García-Page confesó que, desde que alcanzó la alcaldía hace cinco años, se siente obsesionado porque el servicio de limpieza y recogida de residuos funcione correctamente porque no podía consentir que Toledo continuara “teniendo un déficit de limpieza” que provocaba que hubiera una tonelada de residuos en la calle.
El alcalde, quien recordó que el primer avance realizado en materia de limpieza se premió con “La Escoba de Plata”, aseguró que estos galardones son “un reconocimiento explícito a la ciudadanía” y agradeció a los toledanos que cada día estén más sensibilizados con este asunto “porque no habría limpieza si no hay participación ciudadana”. A este respecto, el alcalde también consideró que los ciudadanos son más limpios en la medida en que observan que la ciudad está limpia.
El alcalde consideró que “este es un esfuerzo sobre el que no se puede echar marcha atrás” y por ello, señaló que Toledo aspirará a conseguir, en unos años, la “Escoba de platino”.
Para García-Page, la administración local tiene una importante responsabilidad en este asunto porque “es una necesidad básica y una responsabilidad intransferible que corresponde a los ayuntamiento”.
En este sentido, señaló que la limpieza es un indicador del estado del bienestar de los municipios que eleva la autoestima ciudadana y que es una asunto primordial para la atracción de turistas.
“Nos jugamos la propia autoestima de la ciudad, que se apliquen correctamente los ingresos y los impuestos y tener la ciudad lo más presentable posible para conseguir que el turismo siga siendo el pulmón que nos permita seguir respirando”, concluyó.