Entre los documentos más solemnes emitidos en la Edad Media por las cancillerías regias sobresalen los privilegios reales. La validación de su contenido se realizaba con la ayuda, entre otros, de los signum regis que empezaron teniendo forma rectangular durante el reinado de Alfonso VII, y adquirieron su forma rodada o circular a partir del reinado de Fernando II, rey de León, ya en la segunda mitad del siglo XII. Desde entonces los documentos que los contienen reciben el nombre de privilegios rodados. Estos signos representaban al reino y constituían un elemento fundamental en la autenticación del contenido de los privilegios, fueran éstos de concesión o de confirmación. Y Toledo fue una ciudad privilegiada. Los sucesivos monarcas la concedieron o confirmaron muchos privilegios entre los siglos XII y XV reflejados en esos documentos emitidos en pergamino, de gran formato, y redactados preferentemente en letra gótica cancilleresca.
En la actualidad se conservan en el Archivo Municipal sesenta privilegios signados originales datados entre los años 1136 y 1480. En cincuenta y siete de ellos el signo tiene forma de rueda. Pero en esta exposición se reproducen sesenta y dos signos, pues el primero de esos privilegios tiene dos signos, y también hemos incluido la copia de un privilegio hoy perdido de Juan II, que se conservaba en el Archivo en el año 1963 y que en 1985 ya se registró su falta. Todos los signos reproducidos fueron utilizados por reyes castellanos salvo uno, el primero que es circular o rodado, que perteneció a Fernando II de León. Este signo en concreto refleja un periodo de la historia toledana, que va de los años 1162 a 1166, en el que la ciudad perteneció a ese reino y no al de Castilla.
La evolución de la representación simbólica en estos signos queda muy bien reflejada en esta muestra, pues están recogidos los utilizados por todos los monarcas castellanos que reinaron en esos casi cuatro siglos, salvo los de Sancho III, Fernando IV, Pedro I y Enrique IV, de los que Toledo no conserva documentos de este tipo. El uso de la cruz en esos signos se verá enriquecido en el reinado de Alfonso X por la inclusión de los elementos heráldicos que representan la corona de Castilla y León, y a partir de este reinado irán adquiriendo una mayor complejidad y colorido. Con la llegada al poder de la Casa de Trastámara, y en concreto a partir del reinado de Enrique II, los signos rodados aparecerán enmarcados dentro de un gran cuadrado, incluyéndose elementos decorativos en los espacios resultantes. La desaparición de los privilegios rodados durante el reinado de los Reyes Católicos significará también la de este elemento validativo, tal y como lo hemos descrito hasta ahora.
Pero no olvidemos que el signo es un elemento o componente que solo tiene sentido con el documento del que forma parte. Por eso hemos reproducido en esta exposición uno de ellos, en concreto el privilegio concedido por Sancho IV a la ciudad de Toledo el 20 de diciembre de 1289, y a su imagen en alta resolución hemos acompañado su transcripción y su descripción normalizada. Estas últimas fueron realizadas por Carmen Martínez Moreno y Manuel Mingot Nicaise, alumnos del Curso de Especialista Universitario de la UNED, durante el periodo de realización de sus prácticas en este Archivo Municipal de Toledo.
Indicamos antes que Toledo es una ciudad privilegiada por muchos motivos. El más fácil es advertir la cantidad y calidad de los privilegios rodados custodiados en su Archivo Municipal formando una serie excepcional con la que muy pocas ciudades españolas pueden competir. Muchos de ellos conservan todavía sus sellos pendientes, algo muy inhabitual, y además han sido restaurados recientemente por los mejores especialistas españoles. Nos referimos a los técnicos del Instituto del Patrimonio Cultural de España que restauraron treinta y siete de estos privilegios, correspondiendo los veintitrés restantes a la restauradora sevillana Carmen Jiménez Limones. Su digitalización ha sido realizada por técnicos de la empresa VINFRA y por Agustín Puig Sánchez, técnico de reprografía del Ayuntamiento de Toledo. A él le ha correspondido también el tratamiento digital de los signos rodados reproducidos en esta exposición, eliminando manchas y márgenes escritos, entre otras tareas. Y para que todo sea visible y resulte atractivo se ha contado con la ayuda de Esteban Gómez Pérez, programador informático del Ayuntamiento y responsable de la web municipal. Gracias a la colaboración de todos ellos, a la del personal que trabaja en este Archivo y al apoyo decidido de la corporación municipal, esta muestra puede ser disfrutada por todos los ciudadanos.
Mariano García Ruipérez
Archivero Municipal de Toledo