62 – Nos casamos… en Toledo. Retratos de novios y menús de bodas - Ayuntamiento de Toledo

Uno de los acontecimientos más importantes y que para muchos jóvenes significa la salida del hogar familiar y el inicio de la vida adulta es la formalización de una relación de pareja mediante el matrimonio. En la actualidad el Diccionario de la Real Academia Española lo define como “Unión entre dos personas de distinto o igual sexo contraída con los requisitos establecidos en la legislación civil”. Lejos queda la recogida en el primero de sus diccionarios, aparecido en 1734, en el que figura como “Contrato del derecho natural, que se celebra entre hombre y mujer, por mutuo consentimiento externo, dando el uno al otro potestad sobre su cuerpo, en perpetua y conforme unión de voluntades, el qual elevado a Sacramento, y celebrado entre sujetos bautizados, se hace del todo indissoluble, en llegando a consumarse”.

Al margen de las formalidades legales, y de las eclesiásticas para los que opten también por la unión a través del sacramento, la celebración de los matrimonios conlleva un sinfín de preparativos y decisiones que condicionan la vida de los contrayentes durante bastantes meses previos al día señalado. Ese periodo es un buen banco de pruebas para examinar la fortaleza de la relación.

Muchas celebraciones de este tipo se producen en la primavera y especialmente en el mes de junio. Por ello, y para conmemorar el Día Internacional de los Archivos de 2023, hemos querido realizar esta exposición virtual utilizando fotografías de parejas de novios y menús de bodas.

Siempre hemos escuchado a nuestros mayores referirse al día de sus bodas como un acontecimiento feliz que apenas trascendía del ámbito familiar más cercano. Dependiendo de los recursos económicos disponibles, a veces ni siquiera el sencillo traje utilizado ese día había sido comprado para la ocasión. Alguien te lo podía prestar o incluso alquilar. Las mujeres destacaban la singularidad de la celebración portando algún elemento blanco que solía ser el velo o las flores. Esto era lo habitual en las clases populares en las primeras décadas del siglo XX. Pero los de más recursos intentaban imitar las ceremonias de las clases más adineradas, constituyendo el culmen de estas celebraciones las bodas de la realeza.

Las fotos de novios conservadas en el Archivo Municipal procedentes de la Colección de Luis Alba reflejan todo tipo de situaciones, relacionadas con enlaces formalizados por toledanos. Las hay desde los últimos años del siglo XIX y hasta la década de 1970. Las más antiguas están hechas en los estudios fotográficos de la ciudad. Los contrayentes irían a hacerse esa foto días después de la boda, y esa imagen presidiría los modestos salones de sus casas durante sus vidas. Con el paso del tiempo, el fotógrafo empezó a desplazarse acompañando a los novios a otros emplazamientos de los que hay ejemplos en esta exposición. Podemos examinar la evolución en sus vestidos y trajes, en sus peinados, en sus adornos… Y ya indicamos que en las más de setenta fotos seleccionadas solo recogemos para su identificación la fecha del enlace para preservar la intimidad de los contrayentes.

Ese día estaban rodeados de sus familiares y amigos más directos, que participaban del acontecimiento tanto en la ceremonia religiosa como en el banquete posterior. La evolución de los menús de boda es algo muy llamativo. Por ello hemos incluido en esta muestra un buen número de estos textos, relacionados con restaurantes y salones de boda de la ciudad de Toledo, entre 1945 y 2007, y de pueblos de la provincia (1957-2003). Los menús están referenciados con la mención de la fecha del enlace y el del establecimiento. En los publicados con posterioridad a 1972 se han eliminado los nombres de los contrayentes.

Al ver sus rostros y leer los menús solo nos queda compartir con todos el deseo expresado entonces de que “fueran felices”, aunque no siempre “comieron perdices”.