Este año bisiesto de 2020 será recordado en todo el mundo de una manera especial al haber alterado significativamente la vida de millones de personas. La pandemia se ha llevado de nuestro lado a seres queridos que no volveremos a ver, pero que permanecerán en nuestra memoria mientras estemos aquí. Y a ellos, a los ausentes, queremos dedicar nuestro especial recuerdo del Corpus Christi, el día grande de la ciudad de Toledo.
No es la primera vez que la humanidad se enfrenta a una situación similar. Pero, con esta extensión, el precedente más cercano se remonta a más de cien años. Además, su verdadera dimensión solo se podrá calibrar con el paso del tiempo. Pero es obvio que, desde el 14 de marzo, nuestras actividades sociales han quedado totalmente paralizadas. La primavera no ha sido la estación alegre y luminosa de siempre. Pero volverá a serlo.
Si la epidemia no hubiera existido, el jueves 11 de junio sería un día maravilloso para los toledanos. La ciudad estaría engalanada para ver cómo procesiona por sus abarrotadas calles el Cuerpo de Cristo protegido por la bellísima custodia de Enrique Arfe. Esa imagen este año no podrá verse.
Hoy, 9 de junio, se conmemora en todo el mundo la creación del Consejo Internacional de Archivos por la UNESCO en el año 1948. Es el Día Internacional de los Archivos. Nuestros centros sirven para guardar la memoria colectiva de los pueblos. Y el de Toledo lo lleva haciendo desde hace nueve siglos.
Desde este Archivo, el de todos los toledanos, hemos querido mirar hacia atrás y ofrecer a los ciudadanos mil fotografías que nos acercan a cómo vivimos el Día Grande de Toledo entre los años 1982 y 1997. Para ello hemos utilizado básicamente los reportajes fotográficos realizados por periodistas del extinto diario Ya de Toledo de 1984 a 1992, como Ángel C. García, Ana Belén García, José Luis Pérez, Carmen Casero y Enrique Sánchez Lubián, pero que carecen de expresa autoría. Son fotos frescas, realizadas con carretes de película química, no digitales, que solo al ser revelados demostraban si se había logrado la imagen deseada. Por eso las hoy borrosas o casi repetidas que no hemos querido eliminar para demostrar el proceso creativo de los periodistas fotográficos de la época. En ellas lo que predomina es el testimonio, la información y el detalle que pueda llamar la atención al público lector del periódico. Por eso los protagonistas de esas instantáneas son, sobre todo, los ciudadanos que esperan pacientemente movidos por la fe, la tradición o la curiosidad el paso de la Custodia. Sin embargo, el reportaje recogido de 1985 no tiene ese origen. Es el oficial, encargado por las autoridades locales y, por ello, los reproducidos son otros. El contraste es evidente.
Al margen de las fotos de esos nueve años, los que van de 1984 a 1992, hemos incluido de otros dos cuya autoría sí nos es conocida. El primero, el de 1982, es un reportaje realizado por el ya citado Enrique Sánchez Lubián, nuestro Jefe de Gabinete de Prensa, que por entonces empezaba a trabajar en el Ya de Toledo. En sus bellas fotos aparece, formando parte del cortejo procesional, Juan Ignacio de Mesa, nuestro primer alcalde democrático, con su corporación municipal. Y en 1997, es él, alejado ya de sus responsabilidades políticas, el que toma la cámara para reflejar su Corpus Christi.
Las fotos de ambos, de Enrique y de Juan Ignacio, abren y cierran esta muestra fotográfica sobre el Corpus que muchos hemos vivido. En las mil fotos (aunque en realidad son algunas más) los ciudadanos podrán buscar, identificar y compartir imágenes en las que ellos o sus conocidos son los principales actores. La ciudad, nuestra querida Toledo, es el escenario de la ceremonia de origen medieval que mejor nos identifica.
Mariano García Ruipérez
Archivero Municipal de Toledo
