El hermanamiento con la ciudad boliviana de Potosí tiene un origen curioso. Todo vino motivado por sendos escritos D. Luis Arroyo y Aznar, embajador de España en Bolivia, y de la Dirección General de Relaciones Culturales, del Ministerio de Asuntos Exteriores español, en los que sugerían al ayuntamiento de Toledo que estableciera “relaciones y especiales lazos de amistad” con la ciudad de Potosí. Estos textos se examinaron en la Comisión Municipal Permanente de 12 de noviembre de 1965 que acordó entablar estas relaciones por considerar que Potosí “conserva en toda su pureza los valores hispanos”. También aprobó invitar al alcalde de la ciudad boliviana a visitar Toledo.
Tras cursar la invitación se pusieron en marcha los preparativos de la visita. La prensa boliviana se hizo eco de que era el primer hermanamiento con una ciudad española, reconociendo las similitudes entre los escudos de ambas ciudades y personalizando en el embajador español toda la iniciativa.
El acto formal de hermanamiento tuvo lugar en el ayuntamiento en los últimos días de julio de 1966. El alcalde de Potosí, Ricardo Bohórquez Ramírez, fue nombrado en ese acto “ciudadano de honor de Toledo” produciéndose los habituales discursos e intercambio de regalos. De todo ello se hizo eco el periódico El Alcázar en su ejemplar del día 1 de agosto.
Aprovechando la visita institucional, se organizó una exposición fotográfica en la sala capitular alta formada por un buen número de fotografías donadas por el alcalde boliviano. Este también solicitó que un maestro en platería y damasquinado de Toledo fuera enviado a su ciudad para establecer una escuela.
Entre los objetos obsequiados a Toledo puede estar un pequeño saquito de lana que contiene polvo de plata de Potosí, conservado en la actualidad en el Archivo Municipal. Y también se quedaron en Toledo las fotos expuestas, realizadas por el fotógrafo Justino Ramos que tenía su negocio de “Foto América” en la calle Sucre de la ciudad de Potosí. Las imágenes fueron captadas en el mes de julio de 1966 y en ellas se reflejan los principales edificios, con exteriores e interiores de los más importantes, sus principales calles y plazas, y sus gentes en sus quehaceres diarios. También aparece retratado el alcalde de Potosí.
Esas fotografías en papel, de 30 x 40 cm protegidas por un paspartú, que pudieron contemplar los toledanos en los primeros días de agosto de 1966 son las que de nuevo ofrecemos en la web en formato digital, ya pasados más de cincuenta años.
La Comisión Municipal Permanente, en su sesión de 25 de octubre de 1966, acordó dar el nombre de Potosí a una calle de Toledo. Esta calle, como sabemos, nace en la avenida de Barber y termina en la calle Gante.
Mariano García Ruipérez
Archivero Municipal de Toledo