Entre los documentos conservados en el Archivo Municipal de Toledo es de especial interés el Interrogatorio general contestado por la ciudad en 1752 con motivo del proyecto de implantación de una “Única Contribución” durante el reinado de Fernando VI, que forma parte de lo que los historiadores denominan como Catastro del Marqués de la Ensenada. A pesar del fracaso de esta reforma fiscal los documentos generados en su intento de implantación constituyen una radiografía excepcional de la sociedad y economía castellana, y por ende toledana, a mediados del siglo XVIII.
El Ayuntamiento posee una copia íntegra autorizada de ese manuscrito fechada el 11 de febrero de 1758. De este texto, conocido también como “Respuestas generales” al Interrogatorio, se conservan dos originales, uno en el Archivo General de Simancas, entre los documentos de la Dirección General de Rentas, y otro en el Archivo Histórico Provincial de Toledo. Ambos fueron utilizados por Javier María Donézar Díez de Ulzurrun, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Autónoma de Madrid (muy vinculado con Toledo y fallecido en 2016), en su libro Toledo 1751. Según las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada, Madrid: Ministerio de Economía y Hacienda, Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria; Ediciones Tabapress (Grupo Tabacalera), 1990. En él realizó la transcripción íntegra de su contenido, precedida de una clara introducción pues no en vano ese Catastro en Toledo constituyó la base de su tesis doctoral.
Por lo tanto el contenido del documento que aquí reproducimos digitalmente, escrito en el siglo XVIII y compuesto por 210 folios manuscritos, precedidos de dos impresos, puede consultarse fácilmente en ese libro del que existen ejemplares en muchas bibliotecas.
Las respuestas a las cuarenta preguntas del Interrogatorio fueron dadas en diez reuniones a lo largo de casi un año, desde la primera que se celebró el 20 de noviembre de 1751 a la última que se desarrolló el 27 de septiembre de 1752, interviniendo en ellas decenas de “peritos” nombrados por las instituciones locales. Pregunta tras pregunta, desde la primera referida a cómo se llama la población hasta la cuarenta relativa a si el Rey tenía en Toledo alguna finca o renta, aparecen contestadas en esta obra. Si queremos conocer cuánto ganaba un jornalero entonces, cuántos pobres de solemnidad había en la ciudad, quién era el verdugo, qué ingresos percibía un alquilador de mulas, en qué colegios se podía estudiar… hay que leer este texto tan singular. Sin olvidarnos de que las respuestas particulares dadas por cada vecino se conservan en el Archivo Histórico Provincial de Toledo complementando el contenido de estas “Respuestas generales”.
Mariano García Ruipérez
Archivero Municipal de Toledo