Con el objetivo de alertar a la población sobre la importancia del control de las alergias, la Organización Mundial de la Salud conmemora este 8 de julio el Día Mundial de las Alergias. Una iniciativa que contará con el apoyo del Ayuntamiento de Toledo para lo que iluminará de color azul la Puerta de Alcántara y el baño de la Cava.
De este modo, el Consistorio toledano se suma a numerosas ciudades de todo el mundo que iluminarán de azul algunos de sus edificios más emblemáticos para visibilizar esta patología, además de facilitar una mayor concienciación y empatía entre la ciudadanía hacia todas las personas que las sufren.
Según la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI), la alergia es el trastorno crónico más extendido en Europa, con más de 150 millones de afectados en 2015, entre los que se incluyen 17 millones de alérgicos a los alimentos. Se prevé que en 2025 las personas alérgicas podrían representar la mitad de la población de la Unión Europea.
Apuntan además que las alergias tienen un coste económico para los sistemas nacionales de salud, que oscila entre 55.000 millones y 151.000 millones de euros al año.
Cada año, la Organización Mundial de Alergias (WAO) aborda un tema diferente que necesita una mayor concienciación social; el del año 2021 es la anafilaxia, una reacción potencialmente mortal caracterizada por la aparición aguda de síntomas que involucran diferentes sistemas de órganos y que requieren intervención médica inmediata.
El 20% de los pacientes que padecen alergias graves viven todos los días con el miedo de sufrir un ataque de asma o un shock anafiláctico, o de morir por una reacción alérgica.
De otro lado, AEPNAA, Asociación Española de Personas con Alergia a Alimentos y Látex, es una asociación que lleva trabajando desde 1996 en la promoción de medidas que garanticen la seguridad y la calidad de vida de las personas con alergia a los alimentos.
En este sentido, explican que las personas con alergia a los alimentos pueden llevar una vida completamente normal: hacer deporte, viajar, estudiar o trabajar; solo deben evitar ingerir, tocar o incluso inhalar el alimento que les provoca la reacción alérgica.