Guijarro, que ha realizado un balance de las actividades realizadas en el último año, ha destacado la gran utilidad de estos programas por lo que contienen de formación para los jóvenes, conservación de antiguas técnicas y oficios, inclusión de desempleados en el mercado laboral y mantenimiento y conservación de elementos urbanos y patrimoniales.
El concejal ha informado de que en los últimos cursos han participado un total de 60 alumnos tanto en las escuelas taller (de 16 a 25 años) como en los talleres de empleo (mayores de 25 años) que se han distribuido en las especialidades de electricidad, albañilería, cantería, vidrio, bordados, medio ambiente y solados y pavimentos.
Antonio Guijarro ha señalado que los recursos públicos utilizados en estos talleres han revertido en la sociedad con la realización de prácticas y trabajos como la recuperación de la travesía de Descalzos, la reforma de la calle de San Román, la rehabilitación de un tramo de muralla en el Miradero, la restauración de la Casa de Corcho, el adecentamiento del talud del Corralillo de San Miguel, el solado de la calle Córdoba o la restauración de ornamentos para el Corpus y Semana Santa, entre otras actuaciones.
Incertidumbre
A pesar de los buenos resultados obtenidos en cuanto a formación, empleo y rehabilitación, el equipo de Gobierno está preocupado por la falta de definición de las administraciones que tienen las competencias en materia de empleo y que disponen de los recursos para financiar las políticas activas de empleo (Junta de Comunidades y Ministerio de Trabajo).
Guijarro ha indicado que, hasta ahora, los responsables en esta materia han tomado decisiones restrictivas que cubren de incertidumbre el futuro de las escuelas taller y los talleres de empleo que tan buenos resultados han dado a la ciudad de Toledo.
El concejal ha lamentado que el Gobierno regional haya suprimido el plan de empleo que en la ciudad permitió la contratación de 500 personas y la supresión o drástica disminución de las partidas dirigidas a autoempleo, orientadores de empleo, formación y las escuelas taller, cuyo presupuesto se ha reducido a la mitad.
Con estos datos, “las expectativas de futuro son cuanto menos inciertas”, ha dicho Guijarro, quien considera que sería “un gravísimo error no dar continuidad a estos programas” porque, como en el caso de la Escuela Taller de Toledo, supondría poner fin “a 26 años de historia, 26 años de éxitos por donde han pasado miles de jóvenes que han realizado cientos de actuaciones” en el entorno urbano de la ciudad.
Por eso, el concejal de Empleo ha pedido al Grupo Municipal Popular que ayude a que se mantengan los recursos a las escuelas taller ya que, a pesar de que el Ayuntamiento compromete el máximo de sus recursos disponibles si se llevan a cabo los programas, la falta de noticias de la Administración regional hace que la situación “sea crítica”.