Brezo y Olivia Sintes son dos gemelas de 21 años que, desde hace más de diez, viajan a África realizando labores de voluntariado internacional. Su padre les contagió su amor por África y desde entonces, no faltan a su cita.
Brezo acaba de regresar de una estancia de varios meses en Senegal, como técnico de proyectos de la Fundación Xaley, y Olivia está terminando sus estudios de un doble grado. Y nosotros hemos querido aprovechar la experiencia de estas dos hermanas para hacer una lista de las cosas que nunca pueden faltar en la mochila de un voluntario internacional.
Lo primero de todo, olvídate de las maletas y utiliza una mochila que sea cómoda, ya que muchas veces los lugares en los que se realizan las labores de voluntariado se encuentran alejados y hay que llevar la mochila a cuestas.
Pero… ¿Qué tengo que meter en la mochila?
Además de cosas básicas como son el DNI y/o pasaporte, dinero (aunque no demasiado en efectivo), teléfono móvil adaptado para poder contactar en todo momento con los responsables del proyecto, mosquitera y repelente de mosquitos, saco de dormir o sábanas, chubasquero o paraguas, productos de higiene personal: desodorante, gel y champú, cepillo y pasta de dientes, crema solar, botiquín con tiritas, gasas y esparadrapos, la medicación que necesites (ibuprofeno, paracetamol…).
Cuando viajamos a un país que no conocemos y que, seguramente, tenga una cultura muy diferente a la nuestra es muy importante tener en cuenta la vestimenta y nuestro comportamiento.
“¡Yo siempre digo que cuánto menos mejor! Pero siendo prácticos, siempre es necesario un calzado bueno y cerrado a ser posible (aunque haga mucho calor), nunca sabes lo que te puedes encontrar ¡y el polvo es omnipresente! Además, recomendaría pantalones largos y finos (de estos de tela/lino) y camisetas cómodas y de manga corta (evitar pantalones cortos y camisetas con escote, etc. aunque haga mucho, mucho, calor). Muchas veces estás lidiando con culturas, religiones y tradiciones diferentes y hay que ser lo más discreto posible”, explica Olivia.
Además, otras recomendaciones prácticas, como dice Brezo son: “Lo primero de todo, una mochila de tamaño medio para el día a día, porque al final no pasas por la casa en toda la jornada y tienes que llevarte lo del todo lo que vayas a necesitar encima. Las toallitas húmedas te dan la vida para cualquier urgencia de baño y de todo en general. El desinfectante de manos también es fundamental. Luego, tijeras, son importes para todo. La toalla fina de Decathlon, son muy prácticas porque secan rápido y no ocupan nada. Y otro elemento fundamental son las chanclas, porque vas a usarlas muchísimo en el alojamiento tanto para las duchas como para descansar los pies después de un día entero con las zapatillas”.
Y ambas coinciden en un elemento que no puede faltar en la mochila de un voluntario: “¡¡¡Indispensable una libreta y un boli!!!! Las mejores ideas ocurren siempre que no tenemos nada para escribir. Para mí es fundamental cuando estás en un proyecto”, confiesa Olivia.
Aunque sea fundamental preparar el equipaje para una experiencia de este tipo, Olivia asegura que, “¡lo más importante es la mochila de historias que te llevas de vuelta!”.
Te dejamos una check-list para que compruebes que llevas todo en tu mochila:
Fuente: https://www.hacesfalta.org