El informe UNFPA 2017 se centra en la disparidad de la distribución de la riqueza y, en concreto, en la poca atención que reciben la desigualdad de género y la disparidad en el disfrute de la salud y los derechos sexuales y reproductivos que afectan al desarrollo de las mujeres y sus comunidades. Frente a ello, UNFPA hace un llamamiento a aplicar “una hoja de ruta alternativa que contemple múltiples desigualdades, incluidas aquellas en salud sexual y reproductiva”, que “puede desencadenar una serie de beneficios para la salud, el desarrollo del capital humano y la erradicación de la pobreza”. En informe incluye 10 medidas para un mundo más equitativo.
Durante la presentación, el director de Cooperación Multilateral, Horizontal y Financiera de la AECID, Borja Rengifo, ha recordado la importancia de que el diagnóstico que contiene el informe de UNFPA sea una referencia para los organismos que trabajan en la cooperación al desarrollo, y ha resaltado la necesidad de abordar la desigualdad de género en las políticas de cooperación como una vía para reducir otras desigualdades: “Las políticas efectivas contra la desigualdad que construyan sociedades inclusivas necesitan incorporar en su hoja de ruta la extensión universal a servicios de salud reproductiva y afrontar la desigualdad de género subyacente, lo que favorecerá los avances en la reducción de las desigualdades económicas”.
En opinión del representante de la AECID, en la última década se han producido avances en las políticas hacia la igualdad de género, que ahora hay que extender a las poblaciones más vulnerables: “Es evidente que en el último decenio han aumentado las opciones de políticas de equidad con que cuentan los gobiernos y las que tratan de erradicar prácticas nocivas como el matrimonio infantil. También se han incrementado las oportunidades para las políticas educativas inclusivas y no discriminatorias por razones de género, y que las niñas y adolescentes puedan tener acceso a un entorno informado y adaptado de servicios de salud sexual y reproductiva”. Sin embargo, para Borja Rengifo “el reto actual consiste en apoyar y extender esas políticas y aumentar las intervenciones de manera que puedan llegar a las poblaciones vulnerables y rezagadas, y para ello hay que movilizar más mecanismos de inversión social de cara a su sostenibilidad”.
Borja Rengifo ha asegurado que la cooperación española tiene ese reto como una de sus prioridades que seguirá estando presente en el próximo V Plan Director cuya elaboración se encuentra ya en su fase final.
Se puede acceder al Informe en la página web de la UNFPA.
Fuente: http://www.aecid.es