García-Page hizo estas declaraciones durante la entrega de los diplomas a los trece nuevos socios de la Asociación de Antiguos Aprendices de la Fábrica de Armas en un acto celebrado en el Aula Magna del campus universitario del mismo nombre, en lo que era antiguamente la nave 37, la de armas blancas, de la fábrica.
El regidor afirmó sentirse “lleno de honor y de orgullo” tanto como alcalde como toledano por ver cómo la Fábrica de Armas se ha convertido en “uno de los campus más importantes de España” y, desde el punto de vista urbanístico y estético, también en uno de los más bonitos.
García-Page aseguró que esta inversión, la de crear en el antiguo recinto de la fábrica una sede universitaria, fue lo mejor que le podría haber pasado a la ciudad y al mismo recinto, una vez que cesó su actividad industrial.
El alcalde añadió además que el campus universitario ha permitido abrir esa barrera que anteriormente existía en la ciudad con la Fábrica de Armas, la cual muchos toledanos no conocían por dentro.
“Es importante considerar que una ciudad es mucho más de lo que se ve”, aseguró refiriéndose a su “alma y espíritu”, en los cuales, afirmó, se encuentra lo que ha significado para muchos toledanos en su día la Fábrica de Armas y lo que debe significar desde ahora, como sede universitaria.
El alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, hizo estas declaraciones en un acto al que acompañaron la vicerrectora del campus de la Universidad regional en Toledo, Evangelina Aranda, el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Mora, y el director-general de la Academia de Infantería, César Muro Benayas, como autoridades.
En el acto estuvo presente asimismo el presidente de la Asociación de Antiguos Aprendices de la Fábrica de Armas, Emilio Cobos, al que García-Page felicitó por su trabajo en reunir a los antiguos trabajadores del recinto y mantener el recuerdo de los años de funcionamiento de lo que fue la antigua Real Fábrica de Armas de Toledo.