En total, los agentes del cuerpo de la Policía Local de Toledo efectuaron durante este verano un total de 808 pruebas de alcoholemia, con un total de 64 denuncias realizadas y doce diligencias abiertas por superar la tasa máxima permitida al volante, un resultado que se encuentra por debajo de los ratios de la media nacional.
El plan de seguridad de verano en la capital regional, establecido por la Junta de Seguridad Local con la coordinación de las policías local, nacional y la Guardia Civil, también abarcó otros ámbitos como el consumo de bebidas alcohólicas en la calles o el cumplimiento de horarios de cierre de algunos establecimientos.
De este modo, la Policía Local efectuó un total de once denuncias por el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública en aquellas zonas donde no está permitido, al tiempo que denunció a cuatro establecimientos por vender alcohol a menores y a diez por venta de alcohol fuera del horario establecido.
Se formularon también veinte denuncias por incumplimiento de los horarios de cierre, de las cuales dieciocho corresponden a terrazas o marquesinas de bar.
Los agentes de la Policía municipal denunciaron asimismo a dos personas por consumo y tenencia de sustancias estupefacientes y formularon un total de 33 denuncias por infracciones de la Ley de Seguridad Ciudadana o la alteración de la seguridad colectiva.