Con un presupuesto de 1.800.000 euros sufragados por el Ayuntamiento a través de un canon “digerible e imperceptible en el tiempo”, el principal foco del mal olor del barrio del Polígono ha quedado resuelto con una obra que reduce el hedor en un 90% cumpliendo con las exigencias de la UE sobre la calidad de las aguas residuales.
Emiliano García-Page consideró que se ha ofrecido una solución “contundente” a este hecho y recordó que el gobierno municipal también instó al matadero tomar medidas correctoras de la emisión de olores, sin necesidad de cerrar el centro y destruir puestos de trabajo, y a otras empresas particulares que no contaban con las medidas apropiadas.
De esta manera, el alcalde aseguró que esta “potente” inversión es un esfuerzo realizado por la ciudad de Toledo y se mostró satisfecho de dirigir el único gobierno municipal que se ha atrevido a abordar este problema.
“Hemos invertido la tendencia”, dijo García-Page, quien comentó que el gobierno municipal vigilará de manera especial que todo el aparto tecnológico funcione correctamente.
Arroyo Aserradero
Por otro lado, el alcalde señalo que las obras de la depuradora se han desarrollado por la empresa Acuasur con la cual se está en conversaciones junto a la Diputación de Toledo y el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente para abordar “casi
el mismo procedimiento” en el arroyo del Aserradero puesto que “es el único que permite en la actualidad la ley”.
De esta manera, comunicó que se negocia con la Diputación un acuerdo que acabe con este problema cuyo proyecto lleva un año redactado y sin ejecutar por parte de la administración provincial.