Los vecinos y usuarios de la pista de fútbol comunicaron al Ayuntamiento que sus preferencias no eran derribar por completo los vestuarios y hacerlos completamente nuevos sino que su intención era que esta instalación dispusiera de graderío ya que, según manifestaron, el vestuario era de creación “reciente”.
De esta manera, vecinos y consistorio llegaron al acuerdo por el cual los vestuarios serían modificados en un 50% respecto a como se encuentran actualmente y se utilizaría el montante económico que ya no se gastaría en realizar un graderío.
El motivo de porqué el césped artificial aún no se ha fijado a la pista de tierra es porque al realizarse la cimentación del graderío, éste podría lastimarse además de que no es aconsejable que los jugadores utilicen la pista mientras se ejecutan obras.
Éste es el motivo por el que los plazos de ejecución de la pista han sufrido modificaciones aunque es necesario recordar que los vecinos del barrio no necesitan desplazarse a otros a practicar este deporte.
La modificación del proyecto y de su ejecución supondrá que esta pista tenga unas gradas con la que no se contaba inicialmente, un refuerzo de iluminación que también se contempla y un césped mejor. Por ello, resulta incomprensible que la oposición municipal critique el retraso de unos meses en una obra cuando gobernaron durante 12 años y esta instalación lleva “sin tocarse” casi 30 años.