Se trata de 240 proyectores de 2.000 watios de última generación, como los empleados en los Juegos Olímpicos de Pekín, que lograrán una máxima eficiencia, superior al 95%, y lámparas de última generación tecnológica con flujo de 200.000 lúmenes.
Las torres de luz son de 40 metros de altura para evitar deslumbramientos, y cuentan con un sistema de control de los diferentes niveles de encendido por ordenador, de forma que se pueda, en función de los requerimientos, conseguir los niveles necesarios para entrenamientos y competiciones de fútbol y de atletismo, y televisión en color, de este modo sólo se encenderán los proyectores estrictamente necesarios para el evento que se quiera iluminar, optimizando la eficiencia energética.