Según ACNUR, el 80% de la población refugiada son mujeres y niños. La malnutrición es uno de los problemas más graves a los que se enfrentan cuando llegan a los campos de refugiados.
En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), el Global Nutrition Report del año 2016 afirma que la desnutrición afecta a uno de cada tres seres humanos. Esta cifra se multiplica en situaciones de emergencia, haciendo que las tasas de mortalidad puedan ser hasta 70 veces superiores. Más concretamente, en el caso de niños menores de 5 años, los factores relacionados con la nutrición contribuyen a alrededor del 45% de las muertes hasta esa edad.
Precisamente, la nutrición en los primeros 1.000 días de un niño, desde su concepción hasta los 2 años, tiene consecuencias duraderas e irreversibles para toda su vida. Las causas de la desnutrición infantil no son solamente la falta de comida, sino que se deben a otros muchos factores como malas condiciones higiénicas, falta de refugio adecuado, carencia de agua potable, etc.
Por ello, y tras más de una década de colaboración en diversas iniciativas, ACNUR y la Fundación Bancaria “la Caixa” vuelven a unirse para atender a madres embarazadas y bebés a través del proyecto MOM: Plan de Innovación para la Nutrición Infantil, suscrito recientemente en Ginebra por ambas instituciones.
Con una aportación de un millón de euros por parte de la entidad financiera, el objetivo es reducir la mortalidad infantil en los campos de refugiados de Etiopía a través de la mejora de las condiciones nutricionales de los niños menores de 5 años y de los hábitos diarios y los conocimientos de salud y cuidado de las madres.
Para poder dar respuesta a esta realidad, MOM tiene un enfoque innovador, multisectorial, que no solo da respuesta a la falta de alimento, sino que también integra en la respuesta el acceso a la salud y a un refugio digno, la mejora de la higiene, el acceso a la energía, la integración en la comunidad, y lo más importante, la formación a las madres en prácticas nutricionales adecuadas y brindarles un espacio donde puedan expresar sus traumas por las situaciones vividas y cuidar de sus hijos. Un enfoque que pone en valor a la mujer y que se centra más en la prevención que en la curación
“La salud global es una de las principales prioridades en cooperación internacional para la Fundación Bancaria “la Caixa”. Como sociedad, no podemos permitirnos las consecuencias irreversibles de la malnutrición a edad temprana: privar a los niños del acceso a una alimentación suficiente y adecuada impide un desarrollo completo, físico y emocional, y les deja en riesgo de exclusión el resto de su vida. Y las personas refugiadas son las más vulnerables. La malnutrición es prevenible y se debe tratar de forma integral”, explica Jaume Giró, director general de la entidad.
Por su parte, Filippo Grandi, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, considera que “el incesante aumento de personas desplazadas de forma forzosa a las que atiende ACNUR hace esencial que pongamos en práctica metodologías innovadoras para dar respuestas efectivas a sus necesidades. 65 millones de personas han sido obligadas a huir de su hogar, siendo la mayoría mujeres y niños. Debido a su situación de extrema vulnerabilidad, la desnutrición puede costarles la vida en pleno siglo XXI. Es el momento de buscar situaciones preventivas innovadoras que pongan freno a esta situación y, en este sentido, el proyecto MOM ha sido desarrollado para protegerles en situaciones de emergencia y aumentar sus posibilidades de supervivencia, crecimiento sano y desarrollo”.
Apoyo de 2,5 millones de euros en 15 años
En los últimos quince años, ACNUR ha contado con el apoyo de “la Caixa” en 14 proyectos hasta convertirse en uno de sus más significantes aliados estratégicos. Gracias a la contribución económica de 2,5 millones del grupo, casi 1 millón de refugiados se han podido beneficiar de proyectos de educación, mejora nutricional y asistencia en emergencias.
Fuente: http://www.20minutos.es