El convenio recoge que esas obras pertenecen a la denominada Circunvalación Norte A-40 Autovía Toledo-Torrijos por el corredor de la N-403 en el tramo comprendido entre el enlace de la Ronda Suroeste en el punto kilométrico 6,5 a la glorieta de Ávila en el kilómetro 2,5 y desde la glorieta elevada del punto kilométrico 2,7 a su conexión con al circunvalación de Toledo. Es decir, son obras que se están ejecutando en una carretera de titularidad nacional.
Por ello, el Gobierno municipal, en concordancia con el planteamiento de las Asociaciones de Vecinos de Valparaíso y Buenavista y según reza el documento firmado entre la Demarcación de Carreteras y el Ayuntamiento, sólo aceptará la transferencia de dicho tramo con las debidas condiciones medioambientales y de aislamiento de ruido.
De esta manera, el convenio refleja en su estipulación IV “que la transferencia de los distintos tramos de carretera afectados se hará efectiva una vez que las actuaciones están definitivamente ejecutadas y mediante la firma de las oportunas actas de cesión”.
Por todo ello, el Gobierno municipal considera que el Delegado de Gobierno “intenta confundir a los toledanos echando balones fuera” ante una responsabilidad exclusiva del Gobierno de España como ejecutor de la obra e intentando hacer creer que esa obra y esa carretera es municipal ya que, hasta que no se produzca la cesión, no se convertirá en vía urbana.
El portavoz del Gobierno municipal, Rafael Perezagua, se pregunta “si el Delegado del Gobierno aún no ha tenido tiempo de enterarse de que ésa es una carretera nacional que ha sido conocida de toda la vida por los toledanos como la carretera de Ávila y que ha sido mantenida de manera interrumpida por el Estado”.