La remodelación del edificio y la puesta en marcha de las instalaciones como Escuela de Música es un ejemplo más de que en Toledo “seguimos avanzando” a pesar del momento de crisis económica global. Ha explicado que el traslado supone dar respuesta a una reivindicación histórica de los usuarios y de los profesores y que se hace “con fondos municipales”.
Ha defendido que la mejor manera de salir de la actual situación es continuar con la actividad, “terminar las obras y ponerlas en funcionamiento” y no paralizar los proyectos “porque ir con el coche marcha atrás también consume combustible y hay más posibilidades de provocar accidentes”. En el Ayuntamiento “entendemos que el único modelo posible es optimizar las inversiones realizadas y darlas uso”, ha recalcado.
El alcalde ha anunciado que próximamente mantendrá un encuentro con el consejero de Educación y Cultura, Marcial Marín, en el que se tratarán los asuntos comunes en esta materia entre el Ayuntamiento y la Junta de Comunidades, entre ellos, la aportación de la Administración regional necesaria para garantizar la viabilidad de la Escuela de Música el próximo curso.
Espacio más amplio
Por su parte, el concejal de Educación y Cultura, Jesús Nicolás, ha informado de que esta obra responde a la necesidad de ubicar la Escuela Municipal de Música “Diego Ortiz” en un espacio más amplio y con los servicios y dependencias necesarios para llevar a cabo su labor.
Jesús Nicolás ha destacado el esfuerzo que están realizando el Ayuntamiento y los responsables del centro para mantener las actividades, y ha pedido a la Junta de Comunidades que mantenga su compromiso y firme el con el Ayuntamiento el convenio que permita continuar la docencia el curso que viene.
“Si no lo firmamos, esta Escuela tendría graves problemas de financiación”, ha dicho el concejal, quien ha explicado que el presupuesto del centro se compone de las aportaciones del Ayuntamiento, la Junta y los usuarios.
800.000 euros
Las obras de la Escuela de Música comenzaron a finales del año 2010 con el objetivo de adecuar las instalaciones ocupadas anteriormente por la Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) a las necesidades educativas y docentes de las enseñanzas musicales.
El edificio, construido en la década de los cincuenta, no presentaba antes de la intervención deficiencias estructurales ni en su fachada, aunque sí registraba graves problemas de humedades que se han subsanado. Se trata de un inmueble de 2.000 metros cuadrados en varias plantas que ha sido sometido a una reordenación completa con un presupuesto de 800.000 euros.
Hay que recordar que la Escuela de Música de Toledo imparte formación de Grado Elemental que requiere la adecuación de espacios y servicios que en el actual inmueble no existen. Por eso se ha llevado a cabo este proyecto que cumplirá con los requisitos solicitados por la Consejería de Educación para este tipo de instalaciones y mejorará las condiciones de trabajo para alumnos y profesores.