La EMV les ofreció un plan de choque consistente en practicar accesos a las cámaras de aire subterráneas de las viviendas para desratizar en sendas intervenciones separadas en un espacio de un mes. Además se realizarían las obras precisas para reparar posibles desajustes en las conexiones del saneamiento, dentro del programa de reparaciones que se está realizando, contratado por la EMV. Finalmente se eliminarían escombreras y maleza en zonas verdes por parte de los servicios municipales y se mantendría el control preventivo periódico que se realiza en el alcantarillado general.
Por su parte la Comunidad de Propietarios de la Legua debía comprometerse a continuar esta actuación con un mantenimiento posterior, que incluya acciones preventivas frente a las ratas en las viviendas y en las zonas comunes privadas de la urbanización, pues los técnicos de DENFOR insisten en que es una medida indispensable para que no se reproduzca el problema.
La EMV corre con el gasto de la desratización y con las reparaciones que tengan que ver con saneamiento y que puedan contribuir a este problema, puesto que se ha confirmado mediante informes técnicos solventes la presencia de roedores en algunas cámaras de aire bajo las viviendas de esta urbanización. El problema se debe a desajustes puntuales en las conexiones del saneamiento de las viviendas con el alcantarillado y a la existencia de vertidos incontrolados en la zona, pese a haberse realizado limpiezas por los servicios municipales, así como la falta de mantenimiento en zonas verdes comunes, que son responsabilidad de la comunidad de propietarios.
Por otra parte continúa el proceso de reparaciones que prevé que, una vez visitadas las viviendas por el técnico de la EMV, con la información recogida y las peticiones de los propietarios se elabora un parte que recoge aquellas deficiencias detectadas que la EMV asume como su responsabilidad, de acuerdo al criterio de sus técnicos y las responsabilidades que marca la Ley de Ordenación de la Edificación LOE y se indican las obras propuestas para subsanarlas. Dicho parte se le presenta al propietario para que acepte el inicio de las reparaciones, con las salvedades que estime conveniente incluir. Una vez realizadas, se recabará la firma de conformidad del propietario con lo actuado. En el caso de 20 viviendas de las 27 el proceso se ralentizará porque exigen comunicación por carta (con acuse de recibo) para concertar cita de visita de inspección del técnico de la EMV.
Finalmente la EMV reitera que no se puede hacer responsable de la gestión de los viales y zonas comunes que hoy por hoy son propiedad de la Comunidad de Propietarios de La Legua, aunque la EMV está pagando desde hace 3 años la iluminación de esos viales y la electricidad de los armarios de telecomunicaciones de la urbanización.