Esta semana, además de continuar en las 56, se abre un nuevo frente de trabajo en las 48 y en los próximos días concluirán las visitas del técnico contratado a la totalidad de la urbanización, con lo que las obras se extenderán inmediatamente al resto de promociones, incluyendo siete viviendas de las 27 VPT que han aceptado el procedimiento de reparaciones basado en la buena voluntad de ambas partes. La EMV pide disculpas y agradece la comprensión de la mayoría de propietarios con la lentitud de este proceso, que se debe a la complejidad y el número de viviendas implicadas.
Por su parte, el supuesto representante legal de 20 propietarios de las 27 VPT de La Legua envió el pasado 23 de abril a los medios de comunicación de Toledo una nota afirmando que había dirigido una carta a la EMV con una serie de consideraciones. Sin embargo esa carta la envió a la EMV dos días después y ello sin haber acreditado la representación que dice ostentar, pese a que se le ha requerido para que lo haga, por lo que la EMV no puede reconocerle. Ello no obsta para que la EMV continúe manteniendo contactos con los propietarios de esta promoción.
Tal como se ha acordado con los representantes de las distintas subcomunidades de La Legua que han acudido a las reuniones convocadas al efecto (no así las 27 VPT), el proceso que se está siguiendo consiste en que el arquitecto técnico contratado para este fin (D. José Antonio García Aranda) visita las viviendas, previa autorización y cita concertada con los propietarios; recoge informaciones, documenta la situación y posteriormente elabora informes técnicos que remite al arquitecto de la EMV quien, junto con otros técnicos, redacta informes de trabajo con las reparaciones que la promotora entiende que debe asumir como parte de su responsabilidad, de acuerdo con lo recogido en la Ley 38/1999 de 5 de noviembre de Ordenación de la Edificación. Dicho informe se presenta por la empresa Contratas La Mancha (contratada para efectuar las reparaciones) previamente a los propietarios para que presten conformidad u objeción al inicio de las obras que se pretenden acometer. Una vez concluidas estas se recabará firma de conformidad de los propietarios con lo realizado. La supervisión de las reparaciones se realiza por el arquitecto técnico de Contratas La Mancha, por el arquitecto técnico contratado y por el arquitecto de la EMV.
Conviene aclarar que el arquitecto técnico no trabajaba en la EMV sino que se le ha contratado sólo para este fin y se le ha encomendado que recoja TODA la información y lo que le indiquen los propietarios. En su informe hace recomendaciones sobre cómo abordar deficiencias o reparaciones, pero es la EMV a través de sus propios técnicos (arquitecto, jurídico y responsable de postventa) quien decide qué obras ofrece realizar al propietario, según lo que se considera que es responsabilidad de la promotora según la Ley de Ordenación de la Edificación (y en caso de desacuerdo cabe reclamar ante los Tribunales). Ese informe de obras es la documentación que se le entrega al propietario para que preste conformidad.
En sus últimas declaraciones a los medios, los representantes de 20 propietarios de las 27 VPT de La Legua han afirmado que aceptan la visita del técnico y ello puede llegar a confundir a la opinión pública que debe creer que es la EMV la que carece de voluntad de solucionar el problema. Nada más lejos de la realidad, pues lo cierto es que estos propietarios a diferencia de los otros 197 propietarios de La Legua:
1. han decidido no acudir a las reuniones convocadas para organizar las reparaciones, y se comunican con la EMV a través de un abogado y de los medios de comunicación,
2. exigen que el técnico de la EMV sea supervisado por su propio perito en las inspecciones técnicas, con la evidente intención de cuestionar el trabajo y preparar el camino a una reclamación en los Tribunales,
3. manifiestan un veto a la empresa seleccionada por la EMV para desarrollar las obras,
4. pretenden que se les dé prioridad respecto del resto de viviendas y amenazan con que si no se asumen todas sus reclamaciones continuarán su particular campaña.
La EMV, pese a todo, acepta la presencia de un técnico designado por estos propietarios en las visitas que realice el arquitecto técnico de la EMV, pero no se les dará trato preferente.
La EMV mantiene su ofrecimiento de asumir las responsabilidades que establece la Ley de Ordenación de la Edificación para las promotoras inmobiliarias y reparará los desperfectos siempre que los propietarios lo acepten, como está haciendo en el resto de viviendas de La Legua.
Dichas responsabilidades se refieren a “los daños materiales causados en el edificio por vicios ocultos o defectos de los elementos constructivos o de las instalaciones que ocasionen el incumplimiento de los requisitos de habitabilidad”. En ningún caso los daños ocasionados por modificaciones u obras realizadas en el edificio después de la recepción o por mal uso o falta de mantenimiento adecuado.
Por más que persista la presión, no se accederá a las pretensiones que vayan más allá de lo que legalmente está establecido, pues lo contrario sería dilapidar el dinero público. Reclamaciones que tengan que ver con supuestas diferencias respecto del proyecto original de las viviendas o presuntas mermas en las calidades habrán de ser probadas en los tribunales.