El edil de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, ha anunciado hoy en rueda de prensa la puesta en marcha de una campaña promovida por la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre control de la tasa de alcohol y presencia de drogas en conductores que tendrá lugar del 8 al 14 de agosto en la capital regional.
Bajo la premisa de que la única tasa segura para conducir es 0,0 por ciento, la DGT ha pedido la colaboración del Ayuntamiento de Toledo para la puesta en marcha de esta iniciativa que tendrá lugar en otros ayuntamientos de la geografía española y que se enmarca en la programación de las Campañas y Operaciones de Vigilancia y Control para el año 2022 de la DGT.
Y es que, según apuntan desde esta entidad, el alcohol está presente como factor concurrente o desencadenante en un tercio de los accidentes mortales y su presencia en la conducción, dependiendo de la tasa, multiplica entre 2 y 15 el riesgo de sufrir un accidente. “No sólo está relacionado con una mayor accidentalidad sino que también repercute en una mayor mortalidad, al ser un factor vinculado con un peor pronóstico en las lesiones sufridas”.
Con independencia del efecto sobre los conductores, el alcohol supone también un riesgo para los peatones, como usuario de la vía que comparte con los demás el espacio público, fundamentalmente en zona urbana, lo que hace que la participación de todos los Ayuntamientos en la presente Campaña Especial tenga una importancia extraordinaria, tal y como han apuntado.
Y es que, “aunque la concienciación ciudadana respecto del consumo de alcohol durante la conducción mantiene una trayectoria ascendente, no ocurre lo mismo con las drogas y persisten determinados hábitos de consumo en algunos sectores, más notorios en zona urbana, donde se registran tasas ligeramente superiores a las registradas en vías interurbanas”.
Tanto es así que, según ha expresado Pérez del Pino, el 25 por ciento de las muertes en carreteras en Europa están relacionadas con el alcohol, esto es, uno de cada cuatro fallecidos lo es por este motivo”. Además, el 31,2 por ciento de los fallecidos en España dio positivo en alcohol; el 20,1 por ciento en drogas y el 13,4 por ciento en psicofármacos (siendo los más consumidos las benzodiacepinas, seguidas de los antidepresivos y los opioides).
Asimismo, ha indicado el edil, el 95 por ciento de los fallecidos con resultados positivos fueron hombres y sólo el 5 por ciento mujeres por lo que cabe “tomar conciencia y ejemplo” de las mujeres entendiendo que su conducción “es mejor y son más responsables”.
Con respecto a la edad, la franja mayoritaria de los conductores con resultados positivos se encuentra entre los 25 y los 54 años, representando el 68,4 por ciento del total y resulta “preocupante” que el resultado de conductores con resultados toxicológicos positivos muestren una tendencia al alza en consumo de alcohol, drogas y psicofármacos de un 6,2 por ciento en los últimos 10 años, destacando el incremento en este tiempo de drogas en un 7,6 por ciento; alcohol en un 3,1 por ciento y psicofármacos en un 1 por ciento.
Igualmente, en 2020, ha tenido lugar un incremento de los peatones fallecidos por atropello en accidentes de tráfico con resultados positivos a alcohol, drogas y/o psicofármacos, aisladamente o en combinación, respecto a 2019. De los 136 peatones fallecidos por atropello en accidente de tráfico y sometidos a autopsia, 56 (41,2 por ciento) arrojaron resultados positivos. El 76,8 por ciento de ellos corresponde a varones, frente al 23,2 por ciento de mujeres. Por edad, el estudio revela una mayor prevalencia en peatones de 65 años en adelante. Las sustancias más consumidas por los peatones fallecidos en atropellos han sido el alcohol, seguido muy de cerca por los psicofármacos y, en tercer lugar, las drogas.
Además, tal y como ha recordado el edil, tras su última reforma, el Código Penal establece que, si de forma imprudente, se cometen homicidio o lesiones graves y se ha cometido un delito contra la seguridad vial –como son los casos de conducir bajo los efectos del alcohol u otras drogas o a una velocidad excesiva, o una infracción a la normativa administrativa de tráfico, ésta conducta pasará automáticamente a ser considerada imprudencia grave. Las penas serán de entre 1 y 4 años de cárcel en caso de muerte y hasta 1 año en caso de lesiones.