Estas altas concentraciones de ozono, habituales en estas épocas del año, son debidas a la intensa radiación solar que se da en nuestra ciudad en las horas centrales del día.
Al margen de los beneficios del ozono en las capas altas de la atmósfera, esta sustancia se considera perjudicial cuando está presente en el aire que respiramos por ser irritante para las vías respiratorias.
De ahí que los grupos de personas potencialmente más sensibles al efecto negativo del ozono son:
– Personas con afecciones pulmonares como asma, bronquitis, etc.
– Los niños, porque desarrollan gran parte de sus actividades al aire libre y están más expuestos.
– Los adultos que realizan actividades físicas prolongadas al aire libre, pues el ejercicio físico implica una mayor ventilación y una mayor penetración del ozono en los pulmones.
– Cualquier persona con una sensibilidad especial en las vías respiratorias sin motivo o causa definida.
La concentración de ozono en el aire se mide de forma continua y automática en la estación de medida integrada en la Red Autonómica de Control de la Calidad del Aire de Castilla-La Mancha, situada en el Parque del Crucero.
La evaluación de los niveles de ozono presentes en la atmósfera se realiza sobre la base de la legislación específica vigente al respecto. Esta normativa establece los siguientes umbrales:
– Umbral de protección a la salud: 110 microgramos/metro cúbico de aire en un promedio de 8 horas.
– Umbral de información a la población: 180 microgramos/metro cúbico de aire en un promedio de 1 hora.
– Umbral de alerta a la población: 360 microgramos/metro cúbico de aire en un promedio de 1 hora.
Aunque hasta la fecha no se ha sobrepasado el nivel de alerta, la Concejalía de Medio Ambiente recomienda a la población integrante de los grupos de riesgo que limiten en lo posible la exposición y actividades al aire libre en las primeras horas de la tarde durante estos días como medida de precaución.