Si el ébola era una emergencia provocada por un pequeño virus que mataba antes de que ser descubierto, este profundo corte en una ladera de Freetown es el signo de una emergencia de naturaleza muy diferente.
De la misma forma que Río de Janiero, pero en el otro lado del Atlántico, la capital de Sierra Leona está construida sobre espectaculares colinas costeras, y es eclipsada por una montaña con un nombre compartido: Pan de Azúcar.
Pasamos ante esa sombra cada vez que salimos de la ciudad. Era el hogar de una mezcla de casas improvisadas e impresionantes villas en las afueras de la ciudad. En unos segundos aterradores, una ola de tierra y agua fangosa borró toda una parte de esa comunidad.
Caminando hacia el lugar varias horas más tarde, el sonido de lamentos y lloros era la única banda sonora que se escuchaba. Una experiencia sobrecogedora. Las emociones eran así de crudas. Familiares que han venido a buscar a sobrevivientes y ven a sus hermanos y niños arrastrados.
Sierra Leona: dolor, lloros y lamentos
Llegué con uno de nuestros especialistas en agua y saneamiento y un equipo de la compañía de Aguas de Sierra Leona para entender la magnitud del problema. Los excavadores trataban de rescatar a alguien bajo los escombros de una casa medio derrumbada. Una de las víctimas hablaba por teléfono bajo los escombros, decía que podía oír a los excavadores cerca. Y también que a su lado en los escombros había una mujer embarazada que no había logrado sobrevivir.
Las laderas fangosas siguen siendo un riesgo, especialmente con la lluvia incesante. A ratos la ladera quedaba envuelta en nubes y niebla, dejando ver un paisaje misterioso de tierra roja y humo. Se escucha un grito que viene de más abajo de las laderas. Se trata de otro cuerpo sin vida, uno de los varios cientos que serían desenterrados más tarde.
Se lo llevaron cubierto en una camilla asta la colina donde estaba la ambulancia. Los compañeros de Cruz Roja llevaban trajes de protección de cuerpo entero, máscaras faciales y guantes gruesos, una visión que me trasportó directamente al brote de ébola y a algo que pensé que nunca volvería a ver.
Sierra Leona: el agua transmite enfermedades
Casi todos en la ciudad conocen a alguien afectado por este desastre. En la morgue, alrededor de 1/3 de los cuerpos que han llegado hasta ahora han sido de niños: 109 se contabilizaron en la tarde del martes.
Estamos acostumbrados a trabajar juntos en Sierra Leona. Y la gente de Freetown, aunque en estado de shock, nos está ayudando a cuidar a los que han perdido sus hogares, al menos 3.000 según el gobierno. Escuelas, iglesias y mezquitas ofrecen refugio, mientras que muchos han hecho donaciones espontáneas.
Los compañeros de UNICEF estamos trabajando sobre el terreno para ayudar a los niños y las familias afectados. Muchos han perdido sus hogares, y nosotros estamos allí, proporcionando refugio, suministros, agua potable y saneamiento.
Desde UNICEF también estamos trabajando con las autoridades locales para reunir a los niños que pueden haber quedado separado de sus familias. Nos aseguramos de que los niños tengan todo el apoyo que necesitan para hacer frente al trauma que han vivido.
El país ha declarado 7 días de duelo nacional y los funerales organizados por el gobierno comenzarán el jueves. Mientras, la principal preocupación para los supervivientes es que las aguas no produzcan más muertes, a causa de las enfermedades.
Estamos suministrando agua potable, tanques de almacenamiento, jabón, cubos y tabletas de purificacióna los desplazados. También estamos informando a las comunidades sobre la importancia del lavado de manos, la higiene y las señales de alerta ante una enfermedad. Pero la temporada de lluvias está lejos de terminar.
Por John James Especialista en Comunicación en UNICEF Sierra Leona
Fuente: https://www.unicef.es