García-Page hizo estas manifestaciones a los medios de comunicación durante su visita, por segunda vez, a la feria, donde acompañó a la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, para conocer de primera mano los trabajos artesanales realizados en los talleres de diferentes centros penitenciarios de la comunidad autónoma.
El alcalde afirmo que la feria está poniendo de manifiesto la “estabilidad a prueba de crisis” del sector artesano, ya que no es la primera vez que el mismo tiene que afrontar situaciones difíciles, como la actual coyuntura económica, pero la artesanía en Castilla-La Mancha siempre ha demostrado ser “un electo estable y sólido de nuestro sector económico”.
Afirmó que la ciudad de Toledo tiene en su artesanía, como el damasquinado, la cerámica o la espadería “su sostén económico permanente e histórico” y por ello hay que ser consciente de la necesidad de mantenerlo, no sólo por cuestiones económicas y laborales, sino también por el doble valor que tiene “porque cuando se vende artesanía se venda un seña de identidad. Se vende una tierra”.
García-Page recordó que en los primeros años de celebración de Farcama, la situación del sector artesano era “absolutamente marginal y deteriorada”, pero ahora, casi treinta años después, esta feria demuestra su consolidación y su solidez.