La concejala de Obras y Servicios Públicos Medioambientales, Noelia de la Cruz, ha explicado este jueves que ya se han dado por concluidos los trabajos para la estabilización de los taludes de la senda ecológica en los que el pasado mes de julio se registraron desprendimientos; han sido en torno a dos meses de actuación con una inversión de 150.000 euros para llevar a cabo el proyecto y reabrir la Senda de Cabestreros.
La intervención se ha centrado en tres puntos de la senda ecológica en el tramo comprendido entre la Casa del Diamantista y la Ronda de Juanelo, con el fin de adoptar medidas de seguridad, similares a las realizadas en diferentes áreas de la carretera del Valle, resolviendo la inestabilidad del terreno y el riesgo de desprendimiento de materiales y caída a la vía pública, en este caso, a la senda peatonal ecológica.
Para la estabilización y sujeción de los grandes bloques, se ha empleado una red de anillos de acero de alto límite elástico, formados por un alambre de 2 milímetros entrelazado sobre sí mismo siete veces, con doble nudo, galvanizado, con recubrimiento mínimo de zinc de 215 gramos por metro cuadrado.
Esta primera malla se ha reforzado con cable de 12 milímetros de diámetro, con bulones pasivos con un diámetro 25 milímetros de 3 metros de longitud, formando así una cuadrícula de 4 por 4 metros; además de una tercera malla de alambre galvanizado de triple torsión colocada debajo de la red de anillos con el fin de proteger contra la caída de elementos de pequeño diámetro.
Noelia de la Cruz ha destacado la importancia de esta inversión ya que se trata de garantizar la seguridad en un paseo transitado cada día por numerosos toledanos y toledanas, además de reafirmar el compromiso del equipo de Gobierno de la alcaldesa Milagros Tolón con la ciudadanía a través de estas inversiones y proyectos de cercanía que persiguen la mejora del día a día y de lo cotidiano en la capital regional.
Asimismo, la concejala de Obras y Servicios Públicos Medioambientales ha señalado que la naturaleza de los materiales presentes en el talud y la orientación de las superficies de discontinuidad observadas en el mismo, hacen que tanto el agua, como las condiciones climáticas supongan un factor determinante en la evolución de la meteorización de dichos materiales y en consecuencia en la evolución de la inestabilidad solventada con estos trabajos de estabilización y sujeción.
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