En respuesta a la decisión de Anthony Kennedy, magistrado de la Corte Suprema estadounidense, de conceder al gobierno de Trump su petición de que se restablezca temporalmente una parte de la prohibición de entrada a personas refugiadas, Margaret Huang, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Estados Unidos, ha hecho la siguiente declaración:
“La decisión del juez Kennedy, que permite al gobierno seguir dando con la puerta en las narices a personas que ya han sido investigadas exhaustivamente por múltiples organismos de inteligencia y de aplicación de la ley y que tienen una larga relación con organizaciones de reasentamiento, es disparatada y despiadada. La prohibición es esencialmente discriminatoria y no tendría que haberse aplicado nunca. Permitir que siga en vigor una parte de esta prohibición no sólo pone en riesgo nuestro compromiso con los derechos humanos como país, sino que deja a personas expuestas a graves peligros.”
Fuente: https://www.es.amnesty.org