Gabriel González ha informado de que en estos dos próximos meses se van a plantar 728 nuevas unidades de arbolado. Concretamente, en el barrio del Polígono se van a plantar 324 árboles en las calles Alberche, Boladiez, paseo de Juan Pablo II, avenida del Tajo, paseo de Gómez Manrique y viales de las Fases III y V, entre otras. En el resto de barrios se plantarán 404 que se corresponden con los alcorques que haya vacíos.
De este modo, cuando acabe esta legislatura se habrán plantado 3.576 árboles entre la replantación que se realiza cada año y las nuevas plantaciones de proyectos ejecutados por el Ayuntamiento. En este caso, la distribución queda de este modo: 400 en 2007-2008; 227 en 2008-2009; 674 en 2009-2010; 728 en 2010-2011 y 1.547 en las obras públicas llevadas a cabo en las diferentes barriadas de la ciudad.
En este repaso de los cuidados en los jardines, González ha explicado que las labores de mantenimiento de las 18.000 unidades de arbolado que hay en la ciudad son llevadas a cabo tanto por el servicio de parques del Ayuntamiento como por parte de la empresa concesionaria del mantenimiento integral de zonas verdes, Plantas Quiles, y se delimitan en dos grandes actuaciones, la poda de los árboles, imprescindible para el correcto mantenimiento de los mismos, y la plantación o replantación.
Según los datos ofrecidos por el titular de Gestión de los Servicios, a lo largo de la legislatura se han podado 11.236 árboles distribuidos de la siguiente forma:
2.697 en la temporada 2007-2008; 2.569 en 2008-2009; 3.011 en 2009-2010 y 2.959 en 2010-2011. Gabriel González ha precisado que en el año 2005-2006 se podaron 800 árboles.
Estos datos, a los que hay que sumar 10.105 unidades de arbustos en los últimos cuatro años, demuestran la apuesta del equipo de Gobierno por el seguimiento, mantenimiento y cuidado de la masa arbórea de la ciudad, ha dicho Gabriel González, quien ha remarcado que nunca se había hecho una labor de poda como la que se ha realizado durante estos años, nunca se habían plantado tantos árboles y, en definitiva, “nunca se había tenido tanto en cuenta en Toledo el cuidado de su masa arbórea”.