Nicolás ha asegurado en rueda de prensa que la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, “ha vendido el Tajo y Castilla-La Mancha” con la firma de ese acuerdo, e hipoteca un recurso que es “un motor imprescindible para el crecimiento del sector primario e industrial de la región” y también para el desarrollo urbano.
“El Tajo Medio está muerto a su paso por Aranjuez, Toledo y Talavera”, ha comentado el concejal, quien ha lamentado que, de confirmarse y aplicarse los términos del acuerdo, “tendremos una cloaca que pasará por aquí más o menos sucia dependiendo del nivel de depuración de Madrid”.
El acuerdo firmado supone una serie de modificaciones legales sobre la explotación del Tajo que determinan que, en caso de existir superávit de más de 1.500 hectómetros cúbicos en cabecera o cuando las aportaciones en cabecera sean de más de 1.000 hm³, se garantizarían para el Trasvase Tajo Segura 68 hm3. En este punto, Nicolás ha recalcado que las aportaciones medias desde que existe el Trasvase es de 700 hm3.
Trasvase por Decreto
En caso de que los embalses tengan menos de 1.500 hm³ y las aportaciones sean inferiores a 1.000, como ocurre ahora, se garantizan por este acuerdo 38 hm³ mensuales al Levante. Si estas dos circunstancias no se dan, “queda apelar a las ‘necesidades justificadas’ para ordenar un trasvase por Decreto Ley”.
Con estos supuestos, Javier Nicolás ha ofrecido datos de los niveles de los embalses de Entrepeñas y Buendía publicados en el día de ayer por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT), donde se recogen un total de 724 hectómetros cúbicos.
El concejal ha informado de que los preceptos aprobados por las Comunidades y el Gobierno fijan un incremento paulatino de la reserva en cabecera, que el año próximo establecerá, por tanto, un mínimo de 272 hm³ para estos embalses. Con este dato y el del nivel actual (724), “quedarían 452 hm³ libres que tienen que garantizar el caudal ecológico, los usos para cubrir las necesidades de Castilla-La Mancha y el trasvase al Levante”, algo que supondría la aprobación del traspaso mediante la vía del Decreto “que es matar el Tajo en su tramo medio”.
Para el Gobierno local, el acuerdo de Cospedal y Cañete “garantiza la perpetuidad del Trasvase Tajo-Segura” e incumple los caudales mínimos ecológicos que, basándose en criterios técnico, ha defendido el Ayuntamiento para preservar el principal recurso medioambiental de la ciudad.