El Ayuntamiento de Toledo se ha sumado este viernes a la convocatoria planteada por el Teléfono de la Esperanza de Toledo a propósito de la celebración, este sábado, del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, y ha anunciado que por ese motivo iluminará de color naranja espacios emblemáticos de la ciudad como el Baño de la Cava, la Puerta de Alcántara o el Paseo Federico García-Lorca.
La edil de Servicios Sociales, y otros ediles de la Corporación municipal entre quienes se encontraba el viceportavoz del Gobierno, Pablo García, han respaldado esta cita en la que se ha dado lectura de un manifiesto sobre la prevención del suicidio con la participación de Carmen Moreno, Heli Díaz y Pablo Ramírez, ambos voluntarios del Teléfono de la Esperanza de Toledo, entidad que con una treintena de voluntarios atendió el pasado año cerca de 3.000 llamadas.
A todos ellos y ellas, la edil les ha agradecido su dedicación y ha mantenido la importancia de “sensibilizar y visibilizar este problema real” que afecta “cada vez más a gente joven”. Además, ha añadido, “es importante dejar de ocultar este asunto y hablar claro para trabajar de la mano en la prevención como principal factor”.
Desde el Teléfono de la Esperanza de Toledo hoy se ha advertido de que el suicidio es “el drama vital más silencioso” pues cada año se lleva la vida de más de un millón de personas en todo el mundo. Además, en España, según las estadísticas, en 2021 se contabilizaron casi 4.000 muertes oficiales por este motivo que ya es la primera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 29 años en España y son, han mantenido, “cifras infraestimadas”.
A ello hay que sumar “el dolor de miles de familias rotas de dolor pues se trata de muertes que pueden prevenirse y evitarse”. También es necesario, según han planteado, contabilizar todas aquellas tentativas y el dolor de los convivientes o acompañantes que “observan impotentes el dolor y el vacío vital de sus seres queridos”.
La implicación de todos
De ahí que hayan incidido en que “todos somos vulnerables y sensibles al sufrimiento” por lo que es necesario incidir en la importancia de “aceptar y entender esta vulnerabilidad y ser capaces de pedir ayuda, dejarnos ayudar y dar apoyo real pues eso nos puede dar la oportunidad de salir de esa oscuridad y de encontrar otros caminos en la vida” para lo cual han hecho un llamamiento a “la implicación y compromiso responsable de todos”.
Entre las exigencias planteadas a través de este manifiesto, está un Plan Nacional de Prevención del Suicidio que genere un marco para la creación de planes autonómicos y dotación presupuestaria suficiente para su puesta en marcha y ejecución.
A través de este plan, han solicitado, se requiere de una mejora real de la atención primaria, el cuidado de la calidad de los servicios de Salud Mental, la implantación de un modelo de atención comunitaria, el desarrollo de planes de formación para profesionales de todos los ámbitos y conocer y comprender a todos los niveles la conducta suicida. Para ello, han añadido, es necesario que haya investigadores e investigaciones con información rigurosa y actualizada para desarrollar modelos de intervención plurales, específicos y eficaces.
También es necesario promover campañas de concienciación “que aminoren el estigma social”, una mejora sustancial en los estudios estadísticos y la colaboración directa con los Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Medios de comunicación
También se ha solicitado la supervisión en los medios de comunicación de prácticas de comunicación responsables en la información sobre el suicidio, extendiendo esta supervisión al uso de las tecnologías de la información y redes sociales donde urge elaborar un plan de actuación en redes para la detección temprana de riesgo de los más jóvenes y desarrollar medidas de intervención y ayuda adaptadas a estas edades y a los medios con los que se comunican.
Además, plantean propuestas para periodistas y medios de comunicación tales como: No descartes hablar sobre el suicidio, no describas explícitamente el método empleado; no des una cobertura repetitiva; busca fuentes fiables y objetivas; evitar tratar la información de forma sensacionalista; no simplifiques presentando el suicidio como algo inexplicable o fruto de una sola causa; aporta recursos mencionando los recursos de ayuda disponibles; cambia el enfoque y da cobertura a las historias de superación e incide en la prevención.
El teléfono 024 es una línea de atención telefónica para la conducta suicida que ofrece una primera atención de detección y derivación a recursos especializados como pueden ser los servicios de emergencia en situaciones de suicidio en curso, los servicios de atención primaria o a organizaciones como el propio Teléfono de la Esperanza cuyo teléfono en Toledo es el 925239525.
Más info: www.telefonodelaesperanza.org.