El concejal de Participación Ciudadana y Transparencia, Juan José Pérez del Pino, ha informado hoy en rueda de prensa de la solicitud de ayuda económica que prevé destinar la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para el desarrollo de actuaciones relacionadas con la recuperación de la memoria democrática destinadas a los Ayuntamientos.
Se trata de una actuación que da continuidad a la iniciativa ya iniciada por el Ayuntamiento en esta materia junto a la Asociación “Manuel Azaña”, cuyo presidente, Isabelo Herreros, ha participado en esta rueda de prensa para ofrecer el detalle de los trabajos que se están realizando y que tienen que ver con la investigación documental en los fondos del Registro Civil de Toledo, Archivo Municipal de Toledo, Archivo Histórico Provincial de Toledo y Archivo Histórico de la Defensa en Madrid, además del propio archivo de la Asociación Manuel Azaña.
Según ha resumido el edil de Participación Ciudadana, con la ayuda solicitada se pretende dar cumplimiento a tres objetivos principales como son completar la información sobre la que trabaja la asociación citada; trasladar esos datos a una edición impresa que pueda ser consultada y, por último, la dignificación de los espacios identificados o determinados por este estudio.
Tal y como ha expresado el edil, los trabajos descritos tendrán lugar desde este mes de septiembre hasta mayo de 2022. Ha recordado que el Ayuntamiento ya destinó de forma inicial un montante de 14.000 euros para esta labor, si bien la próxima dotación por parte de la FEMP permitirá que el trabajo continúe y es deseo del Consistorio “que tenga buena acogida”.
También se contempla la recopilación de la documentación con expedientes judiciales que incluyen sentencias, notas y documentación extrajudicial sobre los represaliados que fueron ejecutados y enterrados en las fosas de los patios del cementerio de Toledo, la digitalización de la documentación y la elaboración de una base de datos para su consulta.
“Un Ayuntamiento sensible”
De otro lado, el presidente de la Asociación Manuel Azaña, Isabelo Herreros, ha iniciado su alocución reconociendo la “sensibilidad del Ayuntamiento” que ofrece un nuevo “impulso a la recuperación de la memoria democrática” y que lo hace con carácter previo a la entrada en vigor de la nueva Ley de Memoria Democrática que se debatirá en el seno del Congreso de los Diputados en los próximos meses “en base a los protocolos de Naciones Unidas de verdad, justicia y reparación”.
Y es que, en el caso de la capital regional, Herreros ha admitido que si bien “queda mucho por hacer, no se parte de cero” y es necesario ahondar todavía en la “represión brutal” que se dio en la ciudad. Según ha detallado, alrededor de 800 víctimas que se encuentran en el Patio 42 “no están suficientemente identificadas y, con carácter previo a cualquier petición de exhumación que se pudiera producir en el futuro, lo que vamos a acometer es la realización de una base de datos que contemple la complejidad de la represión franquista de Toledo”.
Además, el Patio 31 “que empezó a dignificar esta Corporación” cuenta con 200 fusilados que lo fueron a través de lo que Herreros ha calificado como una “represión organizada”, con juicios y consejos de guerra a partir de 1937. No obstante, ha precisado, en otros lugares del cementerio hay también víctimas, “algunas no fueron debidamente enterradas y a otras, incluso, se las llevó el río”.
El trabajo previsto pasará por elaborar una base datos con las distintas víctimas que se produjeron, tanto las ejecutadas extrajudicialmente como las que participaron en los consejos de guerra a partir de 1937 y otras –varios centenares- que murieron a consecuencia de una alimentación deficiente o de la aplicación de la denominada Ley de Fugas.
“Toda esa casuística de la represión vamos a trasladarla a ese banco de datos, previo a cualquier iniciativa de exhumación sin prejuicio de que cualquier administración lleve a cabo tareas de dignificación de los distintos espacios de memoria” e incluirá información de la represión franquista desde el 27 de septiembre de 1936 hasta el año 1945 o 1946 donde se registran las últimas víctimas.