Emiliano García-Page ha expresado su satisfacción por haber atendido la preocupación trasladada por los vecinos por el estado de este rodadero, un proyecto que ejemplifica la complejidad orográfica y urbanística de la ciudad “y que nos obliga a ocuparnos de cosas de las que no se ocupa ya ningún ayuntamiento”.
El alcalde ha explicado que, además, esta actuación corrige la situación provocada por una promoción municipal de viviendas cuyos responsables no habían tenido en cuenta los problemas del talud, que empeoraban con condiciones climatológicas adversas con el consiguiente riesgo para los vecinos.
Estas obras de la Antequeruela suponen una continuación a la labor de embellecimiento de los taludes que el Consistorio está llevando a cabo en el Casco Histórico “por lo que se puede decir que aquí también estamos actuando en la mejora y conservación de nuestro patrimonio histórico”.
Obra compleja
El concejal de Gestión de los Servicios, Gabriel González, ha explicado que la intervención, a pesar de no ser muy vistosa, “es muy compleja técnicamente”, pues consiste en sujetar y contener un talud que podría haber provocado daños en las viviendas colindantes.
Ha recordado que el Ayuntamiento ya actuó de urgencia hace un año por los desprendimientos provocados por las fuertes lluvias y, ahora, una vez conseguida la financiación de la Administración regional, se está ejecutando el proyecto de consolidación con la construcción de un muro con una sujeción específica para garantizar su seguridad, una solución técnica que podría emplearse en otros casos de similares características.