La ubicación del vetusto convento de San Gil confiere al edificio una situación privilegiada que enmarca la visión panorámica de la ciudad desde su vista más característica. Su iluminación resaltará la estampa más típica del Casco Histórico y se suma así a la iniciativa emprendida por el Ayuntamiento de poner en valor los monumentos más emblemáticos de la ciudad en las horas nocturnas. En este sentido, el Consistorio ya abordó la iluminación artística de la Catedral y del Alcázar y próximamente se pondrán en marcha los montajes lumínicos que ensalzarán la Puerta de Bisagra y el Ayuntamiento.
Estas actuaciones se suman también a los programas emprendidos por el equipo de Gobierno para poner en valor el atractivo turístico de la ciudad por la noche, y sirven de aliciente para procurar el aumento de las pernoctaciones en Toledo.
El convento de San Gil fue construido en 1614 para acoger a frailes franciscanos, posteriormente fue cárcel y también ha servido de parque de bomberos. Desde 1986 es sede de las Cortes de Castilla-La Mancha y en 1996 fue declarado Bien de Interés Cultural.