García-Page, en declaraciones a los medios de comunicación después de la reunión, aseguró que el arzobispo “es un ciudadano especial y además vecino porque trabajamos pared con pared”.
Esta situación, afirmó el alcalde, motiva a mantener las mejores relaciones entre la Iglesia y las instituciones de Toledo, que seguirán siendo así “sin ningún genero de dudas”.