El alcalde, quien tiene costumbre de acompañar a los hermanos en las romerías de las distintas zonas de la ciudad, señaló la importancia de las mismas como lugar de reencuentros de antiguos vecinos o amigos que tienen como pretexto esta cita para volver a reunirse.
García-Page, quien destacó el “halo romántico” de las romerías toledanas, agradeció a la gente joven el impulso que están ofreciendo a estas celebraciones de la ciudad porque “hay que tener siempre en cuenta el arraigo”.
“Lo que sujeta un árbol son sus raíces y hay que buscarlas y mantenerlas”, añadió.
Por otro lado, el alcalde recordó las mejoras realizadas en la ermita de la Virgen de la Cabeza y en su entorno en los últimos años y destacó el lugar privilegiado en el que se ubica para admirar la iluminación artística “la cual ya está retornando la inversión a la ciudad”.