El acto institucional celebrado en el Centro Cultural San Marcos CCM, ha sido por la entrega de premios del XI Concurso de Narrativa Femenina “Princesa Galiana” y en el mismo se ha realizado una lectura colectiva del manifiesto en defensa de la igualdad real entre hombres y mujeres y contra la discriminación en cualquiera de sus manifestaciones.
Esta lectura colectiva, en la que ha participado el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, ha puesto de relieve la necesidad de reclamar la unión de toda la sociedad para hacer efectiva la igualdad de género y la implicación de los hombres ante este reto así como que la crisis no sea la excusa para que se arrebate a las mujeres las cuotas de presencia adquiridas en todos los ámbitos sociales.
El manifiesto íntegro es el siguiente:
8 de marzo. Llevamos ya poco más de un siglo con esta fecha marcada en negrita en nuestros calendarios, donde millones de mujeres de todo el mundo, alzamos nuestras voces para denunciar injusticias, reivindicar nuestros derechos y para recordar a quienes a lo largo de la historia lucharon con enorme valentía contra una discriminación que todavía persiste. Fecha de reivindicación y de lucha, que viene sufriendo altibajos, como sufrimos las mujeres en esta sociedad, donde la crisis, los despidos y las desigualdades hacen alarde de su fuerza contra nosotras. Ya hace algunos años se despojó a este día del calificativo de "mujer trabajadora", calificativo que no resta sino que engrandece, ya que las mujeres somos trabajadoras aunque no tengamos un empleo retribuido.
8 de marzo. Fecha para reclamar una justa y digna aspiración a la que el conjunto de la sociedad debe sumarse Debemos reclamar este día como reconocimiento a las mujeres que lucharon arduamente para que tuviésemos derechos que en la actualidad nos quieren arrebatar, y apostar por una igualdad de oportunidades que genere más ocasiones para quienes más lo necesiten.
8 de marzo. Con nuestros compañeros, hombres, que también exigen la responsabilidad, el compromiso y el esfuerzo activo de los hombres para eliminar, de raíz, todas las desigualdades de género y conseguir dar vida a una nueva sociedad sin violencia, sin dominación, sin injusticia y más igualitaria.
8 de marzo. Porque en este contexto de crisis sistémica las cotas de presencia que habíamos adquirido, aunque no fueran muy grandes, nos la quieren arrebatar y no aceptamos que la crisis sea una excusa para que la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres no sea una realidad en España.
Mujeres jóvenes que han recibido la mejor formación y cuyo único futuro pasa por marcharse del país o por rebuscar empleos precarios o trabajos no remunerados, sin expectativas de desarrollo personal.
Mujeres que tienen que volver a casa porque no hay políticas reales de conciliación que nos releven de nuestro papel de cuidadoras, y porque nos culpabilizan de la falta de empleo por habernos incorporado al mercado laboral, sin pensar que nuestra aportación al PIB nacional es de un valor incalculable.
Niñas que van a ser educadas de manera segregada, apartadas de los niños sin pensar que la mejor inversión para terminar con la discriminación en un futuro es la de educar a niñas y niños en igualdad.
Mujeres que no pueden salir de casa porque un fuerte muro las oculta de la sociedad, maltratadas, vejadas, humilladas y recluidas en el gueto de la violencia.
Mujeres sin casa que dejaron sus hogares bajo la promesa de encontrar un futuro mejor para ellas y sus familias, sin derecho además a atención médica por ser extranjeras ´
No hay excusas, no cabe la resignación porque todas somos mujeres, todas nosotras, que reclamamos ser vistas y ser visibles, porque lo que no se ve no existe en esta sociedad y no nos podrán ocultar, porque la resignación no entra en nuestro vocabulario, sólo la superación.
Por todas las mujeres, las que están, no están y estarán.
¡Viva el 8 de marzo!