Esta superficie comercial – ubicada en la plaza de España en la confluencia de la calle Reino Unido y la avenida de Irlanda – tiene una capacidad para 10 establecimientos y pretende ser una herramienta atractiva para fomentar las compras en el comercio tradicional, muy aquejado por la crisis económica.
Esta apuesta decidida por el pequeño comercio ha supuesto la creación de más de 20 puestos de trabajo directos así como otros tantos indirectos y la fórmula de éxito del negocio ha sido ofrecer alquileres a precios asequibles con el fin de facilitar la instalación de los empresarios.
En este centro comercial se ofrecen todo tipo de servicios, desde panadería a heladería o accesorios y todas las tiendas han unificado su imagen con la intención de asemejarse lo más posible a un mercado tradicional.