García-Page hizo estas manifestaciones a preguntas de los periodistas para que valorara el resultado de la manifestación que en defensa del río Tajo se celebró en Talavera de la Reina y que congregó a unas 40.000 personas.
El regidor toledano aseguró que esta manifestación fue muy importante y ha dejado “una muy buena impronta” en la sociedad y también en la clase política de toda España, porque ésta se ha percatado de que el planteamiento del agua en Castilla-La Mancha “es realmente un problema sentido, un problema social que se padece desde hace bastantes años y en definitiva un basta ya”.
La manifestación de Talavera tiene un mensaje implícito además para la clase política regional, “por si aquí alguien piensa que podemos bajar nuestro propio listón y nuestras propias expectativas”, según García-Page, para quien hay que tener muy claro que el debate sobre el agua en la región no es un debate circunscrito a las Cortes regionales o conversaciones entre partidos políticos “sino un problema real y sentido y significa un listón para que ningún político en Castilla-La Mancha piense que tiene marcha atrás nuestra batalla”.
El alcalde de Toledo añadió que todo ello “tiene mucho que ver” con el debate sobre el Estatuto de Autonomía y sobre todo con el debate que acaba de comenzar sobre el Plan Hidrológico de la Cuenca del Tajo, puesto que el mismo determinará los niveles del caudal de agua que deberá tener el río Tajo en los próximos años.
García-Page dijo que no se va a conformar si no se cuadruplica el caudal del Tajo a su paso por Toledo, pasando de los seis metros cúbicos a la hora actuales a los 24 metros cúbicos, porque aunque “no será todo lo que queremos, es el mínimo a partir del cual empezaremos a pensar que si baja más agua y además baja más limpia podremos empezar a pensar en serio no en una hipótesis o en una quimera sino en que el río Tajo volverá a estar como antaño”.
“No pedimos inventar un río, sino que esté como ha estado toda la vida”, concluyó el alcalde.