El regidor toledano hizo estas declaraciones durante la demolición de un nuevo bloque del edificio conocido como la ‘L’, dentro del proyecto acordado entre los gobiernos municipal y regional para solucionar finalmente este problema que se arrastra “desde hace décadas” y que pasan por la intervención social y la remodelación urbana de todo el entorno.
“La solución que se plantea aquí necesita del coraje y es duro tomar este tipo de decisiones, pero yo he sido elegido para tomar decisiones, algunas de ellas con dureza o mejor dicho con claridad y firmeza”, aseguró el alcalde, tras recordar que se comprometió desde un principio “en arreglar este problema de raíz”.
García-Page dijo ser partidario de la integración social y de que la ciudad de Toledo sea capaz “de administrar vivienda para todos los colectivos, sin que se produzcan barrios ricos ni barrios pobres”, un planteamiento fácil de hacer pero difícil de gestionar, afirmó.
Pese a dichas dificultades, el alcalde aseguró que la actuación prevista se está gestionando correctamente con el derribo por fases del edificio y la reubicación de las personas que en el mismo vivían “con una intervención muy sensible, con buenos profesionales y con el acuerdo institucional con la comunidad autónoma”.
Un ejemplo a seguir en otros lugares
“Es un ejemplo a seguir, seguramente para otras muchas ciudades y desde luego también para otras zonas de la ciudad que van a necesitar de este mismo tipo de intervención”, agregó, puesto que la actuación que se está llevando a cabo en las 48 viviendas permite ver claramente “la nueva política de entendimiento y concertación de todas las administraciones para resolver problemas que llevaban décadas sin solución”.
El alcalde de Toledo quiso dejar claro que “mantener este tipo de guetos es lo menos de izquierdas y progresista que he visto” y que no quiere que la gente viva en las condiciones como lo hacían en las 48 viviendas o en el Cerro de los Palos.
Apuntó que es responsabilidad de todos ayudar a quienes más lo necesitan, pero dicha ayuda “no puede significar un problema para la inmensa mayoría de los ciudadanos”, sino que hay que hacerlo “de manera inteligente y sólo voluntariosa”.
Mirar de frente a los problemas
El alcalde dijo que quiere cambiar las cosas y que las familias tanto del Cerro de los Palos como de las 48 viviendas “se integren de manera natural” y que no se siga mirando hacia otro lado, ya que “un gobernante que mire hacia otro lado como ha venido sucediendo durante los últimos años es un gobernante que no merece serlo y yo quiero mira los problemas de frente y hablar con mucha claridad”.
En este sentido, dijo ser consciente de que muchas personas necesitan ayuda, pero ésta no puede ser “a costa de guetos” y “si alguien piensa que empadronándose en Toledo va a tener una vivienda sin el procedimiento legal o un chollo, se está equivocando conmigo, porque no lo tendrá nunca, lo diga quien lo diga”.
“No quiero efectos llamadas ni para el Cerro de los Palos ni para ninguna otra zona”, aseguró García-Page, quien dijo que lo que hay que intentar “es que todo el mundo tenga vivienda pero de la manera normal”.
Afirmó que eso es “lo más solidario y lo más progresista” y que “aunque hay quien piense que lo mejor es dar alimentos o arrimar una limosna no es mi caso, puesto que yo creo que todo el mundo tiene derecho a la vivienda, pero evidentemente eso no se puede conseguir dando una patada a una vivienda o montando cuatro cartones”.