García-Page, acompañado por el Director Ejecutivo de la Fundación Castellano Manchega de Cooperación, Tomás Mañas, el Director del Instituto de la Juventud, Javier Gallego, y el Delegado Provincial de Salud y Bienestar Social, Víctor Gómez, consideró que “tenemos que ser conscientes de la aparición de un exceso de voluntariado con muy buena voluntad pero sin capacidad para gestionar”.
De esta manera, manifestó que todos los esfuerzos de cooperación deberían integrarse en una misma plataforma porque “si no, se dispersarían los esfuerzos”.
Por otro lado, García-Page calificó de “pieza clave” el movimiento social y abogó por no considerar la cooperación internacional solo como el hecho de que las administraciones aporten el 0,7 % de sus presupuestos.
“No quiero que los ciudadanos se laven la conciencia sabiendo que el Estado ya se encarga de la cooperación”, apostilló. Por ello, solicitó que el movimiento social siga siendo el principal ariete de esta ayuda a los más necesitados porque “depende de nosotros arreglar mucho de lo que está pasando”.
En relación a la crisis económica y la situación de los más necesitados, García-Page, consideró que los voluntarios y los cooperantes son “expertos en la materia” y se mostró proclive a realizar un análisis que defina que quienes han sido los más damnificados con ella, refiriéndose así a los niños y las mujeres.
“Si hiciéramos este análisis observaríamos que las crisis son un exponente de injusticia moral del planeta”, subrayó.
El alcalde se mostró, aún así, “ilusionado” porque “tienen solución frente a la moral resignada”.
“La mayor injusticia es obra de las personas”, concluyó.