Aurelio San Emeterio ha explicado que el Corral de Don Diego es la primera Área de Rehabilitación configurada en el Plan Especial del Casco Histórico cuyas obras han comenzado, unos trabajos que se iniciaron en el 2002 de manera conjunta por la EMV y los propietarios privados.
El concejal de Vivienda ha señalado que se sigue avanzando en un complejo proyecto de renovación en un lugar que era un auténtico basurero y que plantea un nuevo espacio público para el Casco Histórico. Se trata de una plaza a la que se podrá acceder desde la calle Trastámara a través de unas escaleras y que también conectará con la cuesta de la Mona (lateral del Teatro de Rojas) mediante una calle peatonal de nueva creación. Este vial permitirá reducir el tránsito de peatones en Tornerías y, por tanto, una circulación más cómoda para los vehículos esta calle.
El Ayuntamiento ha puesto en esta intervención todas las herramientas de que dispone en materia rehabilitadora, ya que, además de la EMV, ha intervenido el Consorcio y la Escuela Taller, ésta última en la puesta en valor del Salón Rico (siglo XIV), que acoge un espectacular artesonado y yeserías de bella factura, elementos que podrán ser visitados cuando finalicen las obras.
Mientras tanto, se está trabajando en un edificio público de nueva construcción, cuyas obras avanzan a buen ritmo, que acogerá usos comerciales o terciarios, aunque también se está estudiando la posibilidad de destinarlo a oficinas municipales. A eso se suman las viviendas que se levanten en las parcelas de propiedad privada.
El concejal de Urbanismo ha recalcado que se trata de un proyecto difícil debido a los diferentes agentes y propietarios que participan y con los que ha sido preciso llegar a acuerdos a la hora de realizar los estudios arqueológicos y la cimentación y pilotaje del edificio municipal.
El arquitecto Jesús Gómez-Escalonilla ha recordado el origen musulmán de los vestigios encontrados y ha explicado que en la construcción que depende del Ayuntamiento se ha decidido retranquear la última planta y hacerla abuhardillada, renunciando al aprovechamiento de todo el espacio, con el objetivo de reducir el impacto visual en la plaza del Corral de Don Diego.