Tras veinte años de abandono, el Consistorio ha iniciado los trabajos de saneamiento que consistirán en el arreglo del talud con un muro de contención para evitar los corrimientos de tierra y barro que se producen cuando la lluvia hace acto de presencia, afectando a la parte trasera de las viviendas, con el consiguiente perjuicio para los vecinos. Las obras supondrán un gasto de unos 15.000 euros y se espera que la duración de las mismas sea de una semana.