Gabriel González, que ha comparecido hoy ante los medios acompañado del concejal de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda, Javier Nicolás, ha explicado que los técnicos municipales han analizado muestras recogidas los días 18 y 19 de junio en cuatro puntos del río, detectándose la presencia de peces muertos tanto aguas arriba como aguas abajo del núcleo urbano. El estudio destaca también el bajo caudal “y la consecuente ausencia de aireación producida en los azudes”.
En las muestras se han determinado 11 parámetros, siendo los nitritos el indicador que se tiene más en cuenta para establecer la contaminación de las aguas por vertido. En este caso, los cuatro puntos de extracción reflejan niveles muy parecidos, y se ha constatado que la muestra extraída en Azarquiel (aguas abajo del Aserradero, la zona más cercana al vertido que indica la CHT como causante de la muerte de los peces) registra 1,03 miligramos por litro, mientras que el agua analizada en la presa de Higares (aguas arriba del Aserradero, en el límite del término municipal) supera esa cifra y alcanza 1,18 miligramos por litro.
De esta forma, “queda probado según estos análisis que el arroyo del Aserradero no justifica el deterioro general de caudal del agua del río Tajo y sólo contribuye a que por parte de la Confederación del Tajo se eche una cortina de humo sobre un problema histórico que sufren los ciudadanos de Toledo” ha afirmado el concejal, quien ha expresado la disposición del Ayuntamiento reunirse con los responsables de la CHT para abordar el problema.
Problema histórico
También ha explicado que el Gobierno local ha afrontado los asuntos que son de su exclusiva responsabilidad en el tratamiento de los vertidos, como lo demuestra la inversión de 300.000 euros realizada en la zona de Azarquiel, o los más de 100.000 euros destinados al colector de La Olivilla.
Gabriel González ha manifestado que la situación del Tajo a su paso por Toledo es un problema “histórico y estructural”, no achacable al Ayuntamiento, que padecen los toledanos “por la inoperancia de algunas personas”, y ha asegurado que el Gobierno local no va aceptar “acusaciones, invenciones e insidias” contra el Consistorio sobre la situación del río, ni que instituciones que llevan el nombre del Tajo miren para otro lado para no resolver los problemas.
Caudal mínimo
Por su parte, Javier Nicolás ha incidido en que el problema histórico del río Tajo se debe al descenso de su caudal a su paso por Toledo. En este sentido, el Gobierno local no duda de que, a su paso por Aranjuez, se mantengan los 6 metros cúbicos por segundo exigidos como caudal mínimo, pero ha desvelado que, aguas abajo se encuentran dos canales para el riego (el de Mocejón y el de las Aves) que actualmente se encuentran a pleno rendimiento por las condiciones climatológicas.
Con esas infraestructuras en funcionamiento, apenas llega a Toledo 1 metro cúbico por segundo de agua del Tajo, conformando el resto del caudal, hasta los aproximadamente 15 metros cúbicos por segundo, los vertidos que llegan de la Comunidad de Madrid a los afluentes del río. Eso, unido a la baja calidad en la depuración de estas aguas, deja el caudal en una situación deplorable y que desemboca en episodios como los registrados estos días.
Arroyo del Aserradero
Javier Nicolás ha informado de la situación del arroyo del Aserradero, donde la Diputación provincial hizo un colector para recoger las aguas fecales de Bargas y Olías, una infraestructura que se realizó “en el lugar equivocado y de manera errónea”, ya que se ubicó en el cauce del arroyo y eso provoca que la tubería quede colmatada de residuos arenosos cuando se producen venidas de aguas pluviales y se produzca el vertido al saltar las tapas de registro.
Para solucionar en parte esta situación se realizó una obra de 70.000 euros, a la espera de la solución definitiva, que cristalizó en la redacción de un proyecto aprobado por la Diputación provincial el año pasado pero que todavía no se ha llevado a cabo.
El Ayuntamiento, para agilizar una solución, ha remitido el proyecto a la CHT que, a su vez, lo ha trasladado a Aguas del Sur, que está a la espera de asignarle dotación presupuestaria mediante convenio con las partes implicadas o cualquier otra fórmula. La inversión prevista es de 1 millón de euros.