La intervención policial se inició pasadas las tres de la madrugada cuando se realizó un seguimiento a un vehículo que no hizo caso a las señales luminosas y acústicas para que se detuviera, al observar como circulada con una rueda reventaba y apoyando el disco en la calzada.
Se le interceptó en la Cuesta de San Jerónimo, comprobando los agentes que en su interior portaban gran cantidad de bombonas de butano de la marca Repsol. Interrogados por separado sus dos ocupantes, ofrecieron versiones incoherentes, si bien finalmente uno de ello reconoció que las había robado en Polán. Posteriormente fueron cambiando la ubicación del hurto apuntado diferentes localidades del entorno, y añadiendo que las habían cogido al lado de una gasolinera sin hacer forzamientos.
Se trasladó al conductor a las dependencias de la Policía Local, donde se realizó la prueba de alcoholemia, y al copiloto a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.
La prueba realizada al primero arrojó un resultado positivo, dándose la circunstancia de que tenía retirado el carné de conducir por el Juzgado de lo Penal número 2 de Toledo.
Tras realizar diversas gestiones se confirmó que las bombonas habían sido sustraídas de la gasolinera de Gálvez, donde una de las puertas de la zona de almacenaje estaba quitada y la habitación vacía, faltando diecinueve bombonas.
Los detenidos portaban, además, veintisiete euros en monedas sueltas, sospechándose que pudieran ser fruto de algún robo. La Guardia Civil confirmó que a la una de la madrugada habían atendido un aviso de robo en un bar de
Gálvez, del cual se llevaron unos treinta euros de una caja registradora, tras acceder al local por una ventana. Se observó que los autores se dieron a la fuga, persiguiéndoles hasta un lugar bastante intransitable, donde es posible que reventaran la rueda del vehículo.