Así lo anunció hoy el concejal delegado de la Gestión de los Servicios, Gabriel González, que informó hoy en rueda de prensa sobre los detalles de este proyecto que el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, anunció durante su última visita al barrio de Santa Bárbara.
La remodelación del puente, explicó el concejal, se puede dividir en tres fases, la primera de ellas con la sustitución completa del acerado, bastante deteriorado actualmente, desde la glorieta de Azarquiel hasta la del Hortelano, ya en el barrio de Santa Bárbara.
Otra de las fases es la renovación integral del alumbrado público, ya que se instalarán un total de 70 nuevos puntos de luz con la novedad de que se instalarán a ambos lados y no como en la actualidad, que se encuentran ubicados únicamente en la mediana. Además, la nueva iluminación llegará hasta la rotonda de Azarquiel, lo que mejorará la visibilidad para el tráfico en esta zona.
Además, González explicó que se ha tenido que dar una solución técnica para evitar en un futuro el problema de vibraciones del puente que actualmente provoca la rotura de bombillas de las farolas.
Por último, el edil de Gestión de los Servicios destacó la sustitución de los 6000 metros de la barandilla actual por una “más vistosa” y un guardarail más acorde con el entorno urbano, aspectos en los que incidió bastante, ya que serán los que provoquen un cambio estético por completo del puente.
“Después de haber ejecutado la obra, el Puente de Azarquiel, aunque se haya trabajado en la misma estructura, me atrevo a decir que será un nuevo puente en la ciudad”, aseguró González, quien dijo que la reforma del puente se enmarca “dentro de la gran transformación que va a tener Safont en los próximos años con el Palacio de Congresos, el nuevo remonte mecánico y la posible llegada del tranvía.