Para realizar esta reparación se procedió a la retirada de las losas y los bordillos de de granito que forman la acera, numerándolos para colocarlos posteriormente en el sitio que ocupaban anteriormente una vez reparado el hundimiento.
Para el arreglo de la calzada se procedió del mismo modo que en la acera, con la retirada los adoquines que conformaban la calzada, que actualmente se encuentra en unas condiciones óptimas para el tráfico rodado.