A preguntas de los medios sobre el replanteamiento de las obras del nuevo hospital, el alcalde ha manifestado que, independientemente de la crisis actual “en Toledo nos merecemos un gran hospital”, no sólo en sus dimensiones, sino también en los servicios que se prestan. Por eso, ha reiterado su disposición para estudiar con los responsables de la Junta de Comunidades un nuevo planteamiento “razonable” en la ejecución de los trabajos pero sin renunciar a los servicios.
García-Page ha recordado que el proyecto del hospital está planteado para atender a una población de unos 750.000 habitantes para un periodo de cuarenta años, que las obras se iniciaron hace ya cuatro años y que es una infraestructura que demandan los toledanos desde hace una década; por eso, “es importante que tengamos en cuenta la realidad presupuestaria de hoy, pero que no se aproveche esa realidad para recortes”.
Por último, ha insistido en que tiene la mano tendida para hablar con el consejero de Sanidad “y tengo también la mano muy firme para defender los intereses de Toledo, que no pueden cambiar de la noche a la mañana, aunque pueden adaptarse”.