Desde 1874, hace ahora 150 años, la custodia, organización, descripción y difusión del patrimonio documental generado por el Ayuntamiento de Toledo ha recaído en personas con formación específica dedicadas exclusivamente a ejercer esas funciones. A partir de entonces en la plantilla municipal existe el cargo de archivero. Toledo fue una de las primeras ciudades españolas que tomó esta decisión que expresa muy bien la importancia que siempre ha dado a la conservación de los documentos que reflejan su historia y la vida de sus ciudadanos.
Por ello ofrecemos ahora la copia digital y la transcripción del acuerdo adoptado en sesión de 14 de marzo de 1874 sobre el nombramiento de Antonio Bruguera como primer archivero municipal.