Durante su vista a las obras del talud que se ha adecentado en el número 21 de la calle Roma, García-Page ha informado de que va a mantener contactos con todas las asociaciones vecinales de la ciudad para diseñar un plan de rearbolado que, como mínimo, incluya la plantación de mil árboles “en calles que nunca antes han tenido un árbol”.
El alcalde ha precisado que, sin abandonar la plantación de árboles en los nuevos desarrollos, este plan prevé la apertura de mil alcorques para otros tantos árboles o arbustos en vías de la ciudad que carecen de este tipo de ornamentación vegetal.
“Es una forma de hacer más amable la convivencia y aumentar la calidad de vida de los vecinos”, ha añadido García-Page, quien se ha referido a la avenida Boladiez, la avenida General Villalba o la calle Duque de Ahumada como calles en las que se podría llevar a cabo esta medida “que queda para generaciones futuras y ofrece un aspecto renovado a la ciudad”.
Chicles y excrementos caninos
Por otra parte, el Ayuntamiento va a elaborar, también en colaboración con las asociaciones vecinales, un “mapa de zonas sensibles en materia de limpieza” que se va a dibujar en dos aspectos, los excrementos caninos y los chicles pegados en la vía pública.
García-Page ha explicado que va a pedir a los responsables vecinales su ayuda para detectar los puntos en los que se concentran los excrementos caninos “y se producen infracciones sistemáticas” para llevar a cabo labores de inspección y de sanción, si procede, por parte de la Policía Local.
Además, ha anunciado la creación de una brigada específica para la limpieza de los lugares donde, “durante años y años”, se han acumulado chicles y ofrecen una pésima imagen de la ciudad. Con estas medidas, “tengo esperanza de que poco a poco, de la mano de la concesionario de la limpieza y de la mano de los vecinos, podamos ir erradicando los espacios degradados de los barrios”.