Ángel Rosa Góméz fue un pionero de la vida municipal y la participación ciudadana, habiendo desarrollado su actividad pública ligado al barrio de Santa Bábara. Nació el 21 de abril de 1943 en un lugar tan toledano como la Quinta de Mirabel, donde su familia trabajaba. A los catorce años se inició en la vida laboral como mecánico de maquinaria de oficina. Adquirió una gran formación profesional llegando a fundar su propia empresa, que pronto adquirió un gran reconocimiento comercial y empresarial en Toledo.
Inició su actividad pública en la Asociación de Padres del Colegio “Ángel del Alcázar”, en la Junta Parroquial de Santa Bárbara y en la Asociación de Vecinos “Alcántara”. En el año 1979, al celebrarse las primeras elecciones democráticas, fue elegido concejal por la UCD. En 1983 concurrió a las elecciones municipales encabezando la lista del Partido Democrático Liberal, no siendo elegido. Volvió a incorporarse al Ayuntamiento en 1987, en la candidatura del Partido Popular, asumiendo la Concejalía de Servicios, Bomberos y Relaciones Interciudades.
En las elecciones de 1991 volvió a ser elegido concejal del Partido Popular, manteniéndose en la oposición durante el gobierno de Joaquín Sánchez Garrido. En mayo de 1995, regresó al Gobierno Municipal, asumiendo las delegaciones de Cementerio, y de Aguas, así como la presidencia de la Junta de Distrito de Santa Bárbara. En esos años también fue diputado provincial.
En el año 1999 intentó una nueva aventura política, encabezando la lista del PADE al Ayuntamiento de Toledo. No resultó elegido, poniendo fin a su andadura municipal. En esos veinte años de democracia municipal, Ángel Rosa fue el único político local que se había presentado a todas las elecciones locales.
El 31 de marzo de 2003, el Pleno Municipal del Ayuntamiento de Toledo acordó conceder el título de concejal honorario a Ángel Rosa Gómez, en reconocimiento a su vocación de servicio a la ciudad y al barrio de Santa Bárbara, tanto en los años que formó parte de la Corporación como en otros cargos de responsabilidad y social.
Durante sus años de concejal, Ángel Rosa fue una persona cercana, generosa, afable y con una gran capacidad de trabajo y dedicación, sabiendo ganarse el cariño y respeto de todos los ciudadanos. Trabajó, especialmente, en el ámbito de los servicios municipales –agua, recogida de basuras, limpieza y obras- y en la potenciación de las relaciones con las diferentes ciudades hermanas con Toledo.
En el momento de su fallecimiento, la Corporación Municipal expresa su más sentido pésame a sus familiares y amigos, especialmente a su esposa Concepción García, quien le ha acompañado en su larga enfermedad. Ángel Rosa era padre de cinco hijos. El entierro se celebrará mañana sábado a las 9,30 horas.