La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha visitado este viernes el recién inaugurado hotel ‘Posada de la Sillería’ en pleno corazón del Casco Histórico. Una antigua casona toledana del siglo XVII que ha contado para su rehabilitación con una inversión de cerca de 900.000 euros de capital toledano.
Así lo ha destacado en declaraciones a los medios la regidora municipal quien ha mostrado el respaldo del Ayuntamiento a este tipo de iniciativas que son síntoma de la reactivación económica de la ciudad y suponen al mismo tiempo, la recuperación de un inmueble histórico del barrio antiguo de gran valor patrimonial.
La alcaldesa ha conocido las inmediaciones del establecimiento hotelero con 24 habitaciones y restaurante, junto a los propietarios y gerentes de la ‘Posada de la Sillería’, Mónica Angulo y Alejandro Hernández; los constructores, y las concejalas del equipo de Gobierno, Marta Medina y Ana Abellán.
Milagros Tolón ha dado las gracias a los impulsores del proyecto sobre todo por la sensibilidad que han demostrado a la hora de rehabilitar el inmueble conservando la antigua edificación además de los diferentes elementos históricos que han ido apareciendo durante la reforma, también expuestos en las distintas dependencias del hotel.
Asimismo, ha destacado su apuesta por Toledo con una inversión de casi 900.000 euros en plena pandemia, ha indicado, “lo que les ha supuesto retraso en las obras y mucha constancia, empeño y esfuerzo”. Los criterios de sostenibilidad y modernidad también se han tenido en cuenta a la hora de realizar este nuevo hotel “puesto desde ya a disposición de los que nos vienen a visitar y de los propios toledanos”.
Por su parte, el gerente de la ‘Posada de la Sillería’ ha agradecido a las administraciones su ayuda e implicación al igual que a todas las personas que han estado involucradas en la rehabilitación del hotel como arquitectos, constructores y arqueólogos, entre otros.
Alejandro Hernández ha definido el edificio como “una joya” y ha explicado que cuenta con elementos de mucho valor hallados durante la restauración como unas espadas de 1604 de Francisco Ruíz ‘El viejo’, cerámica hidráulica de principios del siglo pasado y muros árabes y romanos.